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Nuestro Hombre en La Calera (Otra Historia de la Trama)

Nuestro Hombre en La Calera (Otra Historia de la Trama)

Columnas jueves 06 de mayo de 2021 - 19:59

César Huerta Méndez, secretario ejecutivo del Instituto Electoral del Estado de Puebla, también llegó a la danza de los millones orquestada y dramatizada por Claudia Rivera Vivanco en una casa de La Calera el jueves 29 de abril.

Como sus colegas, llegó vestido de paisano y salió con una enorme sonrisa.

La trama del soborno sigue quedando evidenciada a la par que el IEE se relaja de una forma realmente extraordinaria.

Tan extraordinaria que da pena ajena.



La Senadora Mentirosa. Citlalli Hernández Mora, secretaria general de Morena, dice demasiadas mentiras juntas.

Como integrante de la Comisión Nacional de Elecciones, dijo que no hubo encuesta para definir al candidato de ese partido a la alcaldía de Puebla, y que el punto que tomaron en cuenta para elegir a Rivera Vivanco fue una valoración de perfiles basados en los siguientes parámetros:

Análisis de la semblanza curricular, del contexto político, electoral y social, y de los medios de comunicación y redes sociales.

Y una consulta con los referentes políticos de la entidad.

En función de esto, sobrevino el dedazo que benefició a la alcaldesa reeleccionista.

Todo esto fue enviado por dicha Comisión al Tribunal Electoral del Estado de Puebla para dejar en claro cuáles fueron los criterios de Morena para elegir a su candidata

Todo iba bien hasta que todo empezó a ir mal.

Y es que la senadora con licencia le dijo a un periodiquito electrónico que hace las veces de altavoz de Rivera Vivanco que la multicitada decisión se dio a través de una encuesta.

Y dijo más:

Qué Gabriel Biestro, impugnador central en esta trama, estuvo presente.

¿Quién entiende a los dirigentes de Morena?

¿Cuál es la verdad en la historia que estamos viendo?

¿Tienen caso tantas mentiras?

Por cierto:

La senadora vino a apoyar a la presidenta porque Mario Delgado, alicaído líder nacional de ese partido, está enfrentando un descrédito brutal por el siniestro de la Línea 12 de Metro.

Es tanta la cruda que se carga que prefirió ausentarse de la vida política nacional y de los foros de la campaña.

¿Dónde está escondido?

Seguramente en algún antro, y con un gin en la mano, al tiempo que baila y canta una canción de Timbiriche.

Es la vida real.

Y apesta.

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/CR

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