La presidenta municipal de San Martín Texmelucan, Norma Layón Aarun, no aparece en las encuestas por la sucesión del Gobierno del Estado en el 2024; sin embargo, emprendió una campaña de posicionamiento a través de pintas en bardas, principalmente en el Valle de Puebla y en las faldas del Izta-Popo.
En una clara acción de cálculo político, la alcaldesa, con más puntos negativos que positivos entre la opinión pública, escuchó al oído el canto de las sirenas y se convenció de que puede competir.
Un actor político le susurró al oído la posibilidad de contender y creyó en esas palabras.
El senador Alejandro Armenta asumió ese rol de destaparla públicamente como una potencial contrincante, aunque un día después matizó la declaración y, sostuvo, ella le solicitó el favor de ponerla en el mapa.
Como sea, Layón Aarun ya es una competidora más. Así parece con el despliegue propagandístico que ha emprendido.
Ella y sus financiadores atiborraron municipios como Puebla, Coronango, Cuautlancingo, Huejotzingo, El Verde, San Martín Texmelucan y Tlahuapan, entre otros, con bardas en las que destaca su nombre.
¿Por qué es una acción de cálculo político? ¿A quién beneficia? ¿De qué sirve de cara a la definición de la candidatura de Morena? Hay lecturas que no podemos perder de vista en el cada vez más cercano proceso interno.
Por una parte, la alcaldesa cobra notoriedad y eso representa una ventana de crecimiento en su carrera política.
En un primer escenario, Norma Layón comienza a figurar en las encuestas y si el Comité de Elecciones de Morena reserva la candidatura de Puebla para una mujer, entraría de inmediato en la puja.
Implica que no sería una contienda de una sola persona ni de dos, sino que haya una tercera en discordia que facilite la negociación política.
Además, hay que considerar que, al interior del partido, a nivel estatal, menos del 10 por ciento de quienes ocupan posiciones de poder darían su apoyo a Claudia Rivera Vivanco y, por otra parte, Olivia Salomón Vivaldo no crece.
Un segundo escenario consiste en que Layón Aarun no despunta para la gubernatura, pero después de meses de propaganda, su nombre se cuela entre las opciones al Senado o a una diputación federal.
En un tercer escenario, donde ella es la protagonista de la historia, se posiciona de tal suerte que la consideran para contender por una diputación en el Congreso del Estado.
El senador Armenta también gana si la presidenta municipal crece y obtiene buenos números en nivel de conocimiento y en preferencias electorales.
Primero, porque si fuera el caso, él la destapó y a él le debe su incorporación en la lista de aspirantes. De cualquier forma, hay una factura pendiente por cobrar por parte del presidente de la cámara alta.
CAJA NEGRA
Los errores políticos y las malas decisiones administrativas son las que no se ven en las bardas, pero que las y los ciudadanos cobran sin miramientos en las urnas, cada vez más, en nuestros procesos democráticos.
El desplome de un tanque de agua elevado en la comunidad de San Baltazar Temaxcalac, en San Martín Texmelucan, en septiembre de 2022, es el principal negativo que arrastra Norma Layón.
No es lo más grave que ha pasado en el municipio —con respeto a las víctimas y sus familiares—, pero en la memoria colectiva sí, porque marcó la indiferencia y negligencia de esa administración municipal.
En cada barda con su nombre, pareciera, adjunto, surgir el recordatorio del acto que provocó la pérdida de vidas humanas.
A eso hay que agregar la violencia sostenida en la demarcación, propiciada por las bandas criminales dedicadas al robo de gasolina y gas, así como al robo de transporte en carretera, extorsión y secuestro.
Con este déficit político resulta complejo montarse en una contienda preelectoral.
Es cierto, juega a su favor que, después de la muerte de Miguel Barbosa Huerta, recibió nuevamente respaldo de Morena y de las autoridades estatales que previamente la habían dejado sola. Es una apuesta de alto riesgo, pronto veremos sus cartas.