«¿Había ahí un sitio de cremación? No hay una sola prueba que acredite ese dicho»
Alejandro Gertz Manero
La verdad del bienestar está en construcción. El fiscal General de la República –si es que a esto se le puede llamar república– admitió la existencia de “zanjas donde hacían fogatas”, así como “una pequeña vasija, con fragmentos muy pequeños de huesos, de una antigüedad que creemos que es importante”. Quizá piden la intervención del INAH para verificar si esa “antigüedad” data del periodo precolombino.
Manero ya no habló sobre “los huesos calcinados”, cuya existencia admitió hace unas semanas, cuando el régimen no había completado la “verdad histórica” sobre el rancho Izaguirre. ¿En verdad las madres buscadoras son unas mentirosas? Lo dudo, su reclamo proviene de la fuerza de un agravio convertido en política de Estado:
«Ya nos quitaron a nuestros hijos. No permita que también nos quiten la verdad. Le están mintiendo, Presidenta. Y quien miente ve por su interés personal, pero no mide el daño que causa. La están alejando de nosotras. Justo ahora que comenzábamos a caminar juntas».
El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco se refiere a la reunión que sostuvieron hace unos días con Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, un dejo del “humanismo mexicano” que jamás tuvo el gobierno de López Obrador.
Más allá de las buenas intenciones dejemos de encubrir la barbarie con “fogatas y bombones”, recordemos lo publicado el pasado 24 de marzo, en mi columna “¿Campo de Reclutamiento?”:
«¿Cómo explicar la desaparición de 51 mil 999 personas durante el primer piso de la Cuarta Transformación sin la intervención directa de “campos de reclutamiento” y/o exterminio como el hallado por las Madres Buscadoras en Teuchitlán, Jalisco? ¿En verdad los compañeros de la prensa, con la frente en alto y la mirada llena de orgullo, se atrevieron –en La Mañanera del Pueblo– a negar la realidad en un país donde el crimen ha cobrado la vida de 171 periodistas desde el sexenio de Vicente Fox a la fecha? ¿Qué clase de indolencia colectiva padecemos en México que “estamos a dos” de asegurar que la ropa y los zapatos de Teuchitlán eran parte de un inmundo “bazar del bienestar”?»
¿Por qué será que esos mismos mercenarios de la información tampoco vieron lo que Gertz Manero dio parte en su conferencia de prensa? ¿Acaso vamos a apostarle a la suplantación de la barbarie con la siguiente nota capaz de horrorizar al mundo entero con el drama que se vive en México? ¿O vamos a rescatar un poco de dignidad y esclarecer los motivos detrás de la impunidad en torno a un campo de “reclutamiento”? Sabemos qué va a ocurrir, pero alguien tiene que ser lo suficientemente inocente como para plantear problemas morales.