La senadora Liz Sánchez, empoderada en el PT–Puebla, con respaldo absoluto del dirigente nacional Alberto Anaya, tomó una decisión y ya posee proyecto presidencial para el 2030: Gerardo Fernández Noroña.
Al final, cuando lleguen los tiempos —faltan cinco años y todo puede suceder–, habrá tiempo para otras decisiones, pero la legisladora por el momento ha dispuesto de la estructura del partido para ensalzar al polémico presidente del Senado.
La gira del fin de semana en la entidad dejó claro el interés de Sánchez por promover la imagen personal de Noroña encubierto en asambleas informativas, la vieja táctica de Andrés Manuel López Obrador.
Gerardo Fernández inició recorridos por todo el país apenas un par de semanas después de asumir su escaño y el control de la mesa directiva.
En una entrega anterior, se discutió este interés del legislador por trabajar pian pianito su camino en busca de la candidatura presidencial, pero ahora cuenta con una aliada de peso en el estado.
No es lo mismo transitar sólo con un equipo local que apenas reúne a 50 o 100 espectadores a recibir el respaldo de la coordinadora estatal del PT, que ha congregado a más de 5 mil personas en los mítines del 25, 26 y 27 de abril.
Es cuestión de revisar paso a paso de Fernández Noroña, cada uno registrado en redes sociales con fotografías incluidas.
Primero, lleno absoluto en una asamblea efectuada en San Martín Texmelucan, la tarde noche del día 25 y, dicho sea de paso, considerado como un bastión de Liz.
Luego el sábado siguió en Ahuacatlán, luego de la amarga experiencia en el Congreso petista de donde prefirió retirarse, al victimizarse cuando se trató de una respuesta natural, improvisada de la militancia que le critica su preferencia por Morena en lugar del partido que lo ha postulado en diferentes ocasiones.
El domingo recorrió Xicotepec de Juárez, Zacatlán y Huauchinango y ahí coronó su visita con multitudinarios eventos. El común denominador: la mano de la senadora para movilizar simpatizantes.
¿Qué gana Liz Sánchez con su respaldo a Noroña? ¿O de plano es ayuda desinteresada, o bien una indicación de Anaya?
Tampoco es un secreto, porque ya se abordó anteriormente, el interés de la legisladora por encabezar la candidatura del 2030 a la gubernatura de Puebla y, para lograrlo, se necesita popularidad, un alto nivel de conocimiento entre los potenciales electores, y por supuesto, una red de relaciones locales y nacionales.
El trabajo de Sánchez radica en eso, construir su camino para que en cinco años vaya por la sucesión estatal.
Si le reditúa o no esa alianza a sus intereses es cosa de ver y analizar más adelante, por ahora es parte de una estrategia.
¿Hay alguien más visible en el PT a quien le interese esa posición? Por ahora no, aunque dado lo tan adelantados de los tiempos de este partido político y sus liderazgos, cualquiera puede levantar la mano y buscar una oportunidad. En Morena también hay intereses en ese sentido.
CAJA NEGRA
El lunes 28 de abril, la columna de trascendidos de Diario ContraRéplica Puebla, “Tiraditos”, publicó que los diputados federales Nora Merino Escamilla y Antonio López Ruiz fueron aprobados como nuevos integrantes del Comité Ejecutivo Nacional del PT.
Lo que hay que apuntar al respecto es que ese nombramiento concede a los legisladores no sólo relevancia e influencia al interior del partido, sino también ventajas competitivas para el 2027 –de cualquier forma, aún lejos para la construcción de candidaturas–.
No es un secreto que ambos mantienen interés en la presidencia municipal de Puebla y luego de que ambos estuvieron dentro de la baraja de nombres en 2024, ahora con más reflectores y relaciones, su suerte podría ser distinta.
Todo abona y las candidaturas, mayoritariamente, ya quedó demostrado, se construyen a largo plazo.