Tal y como ha sucedido con pick-ups de segmentos superiores, las camionetas subcompactas se han convertido en vehículos para usarse más allá de sólo trabajar, pues también se han orientado al uso recreativo, pero sin sacrificar sus capacidades de carga.
De ahí que cada vez sea más común encontrar pequeñas pick-ups utilitarias con una variante mejor equipada, con mejores acabados, con una calidad de marcha destacable y, sobre todo, con una mayor facilidad en su conducción. Por ejemplo, Renault tiene a la Oroch, Chevrolet tiene a la Montana, aunque es un poco más grande, Volkswagen tiene a la Saveiro Extreme y Ram hace lo propio con su Ram 700, la cual tuvimos oportunidad de poner a prueba.
PLa denominación Laramie CVT Turbo no sólo nos advierte de una mecánica turbocargada bajo el cofre, sino que, además, indica que se trata de la variante más equipada de la gama.
Estéticamente es una pick up que destaca con un frontal de apariencia robusta, principalmente por los trazos voluminosos de los extremos de la fascia, que hacen espacio para las luces de niebla, así como por la enorme entrada de aire inferior.
Por otro lado, en las vistas laterales encontramos rines de aluminio de 16 pulgadas, mientras que en la zona de carga, con una nada despreciable capacidad de trasladar hasta 650 kilos, equipa una cubierta para la caja.
El interior luce de buena manufactura, con plásticos de buena calidad a la vista y al tacto, así como de fácil limpieza. Al centro del tablero se encuentra una pantalla táctil a color de 7 pulgadas del sistema de infoentretenimiento, con conectividad Apple CarPlay y Android Auto inalámbrica.
Detrás del volante encontramos un cuadro de instrumentos que combina elementos análogos, como el velocímetro, tacómetro y nivel de combustible, así como una pequeña pantalla TFT de 3 pulgadas, que arroja información importante de cada viaje, como distancia, consumo promedio, etc.
Para ponerse en movimiento, la Ram 700 Laramie equipa un propulsor de tres cilindros de 1.0 litros turbocargado, que genera 118 caballos de fuerza y 148 libras-pie de torque, pasando por una transmisión automática CVT. No levantes las cejas, pues aunque en el papel las cifras no suenan a mucho, lo cierto es que el desempeño del tren motriz es más que solvente, no queda a deber en lo absoluto.
No tardamos mucho en aprovechar un sábado por la mañana para improvisar una visita familiar a Yautepec, en Morelos, con acompañante incluida, coches de control remoto para jugar un poco entre las rocas, niño y perro, y de esta forma conocer sus capacidades.
Los primeros kilómetros en ciudad no resultaron nada del otro mundo, y no lo decimos como una queja o como algo despectivo, más bien porque nos resultó muy sencillo de llevarla y controlarla, con una posición ligeramente más elevada con respecto a un sedán subcompacto, que ofrece una mejor perspectiva a través del parabrisas, y sobre todo una respuesta sólida al toque del acelerador. Además, no olvidemos que es un vehículo compacto de esos que todavía te permiten escabullirte entre el tránsito y que gracias a eso brindan confianza.
Una vez en carretera, su comportamiento dinámico nos sorprendió, no sólo por el empuje lineal del motor con el acelerador a medio recorrido, que te da toda la confianza para rebasar, sino por la gran puesta a punto de todo el conjunto: frenos, suspensión, dirección, transmisión. En ese sentido, sin duda es el referente del segmento.
Por otro lado, la habitabilidad en la segunda fila de asientos también es digna de destacar, pues al tener puertas independientes el acceso es fácil y no necesitas recorrer los asientos de la primera fila hasta el frente y hacer maniobras de contorsionismo, cuando mides más de 1.80 metros de altura, para viajar con comodidad. No es que viajes en la comodidad de un reposet, pero sin duda se viaja con mayor comodidad que en muchas de las terceras filas de asientos de SUV de mayores dimensiones en las que hemos estado.
Al final de nuestro recorrido logramos un consumo de combustible combinado en torno a los 16 km/l. A nuestro parecer, la Ram 700 Laramie CVT Turbo ofrece lo mejor de dos mundos. Por un lado, el manejo sencillo y el espacio en el habitáculo de un sedán subcompacto, pero con una capacidad de carga en cuento a peso y volumen, completamente superior.
Pero también nos resultó un vehículo cómodo para el día a día en las calles de la ciudad, versátil y amable en su manejo. En el apartado de seguridad, es una pick-up muy completa, pues encontramos control de tracción y estabilidad, sensores de reversa, asistente de arranque en pendientes, bolsas de aire frontales y laterales para conductor y pasajero, así como monitoreo de presión de neumáticos, entre otras aplicaciones.
La Ram 500 Laramie CVT Turbo está disponible en nuestro mercado por 517,900 pesos.