Hace unos días presenté mi libro “JuanCa, Regreso a Casa” en la Feria Internacional del Libro en el edificio Carolino de la BUAP.
Aplausos, abrazos, micrófonos… pero nadie vio lo que yo sí sentí: que ese libro nació del infierno, pero vino a encender el camino de otros.
Mientras estaba ahí, frente al público, me cayó el veinte: no necesitamos más historias perfectas, necesitamos historias verdaderas. Las que duelen, las que queman, las que transforman.
Hoy, en pleno 2025, la Inteligencia Artificial ya puede escribir discursos, hacer diseños, incluso crear un clon digital.
Pero lo que no puede inventar es tu dolor.
Tu pérdida.
Tu historia.
Eso es solo tuyo. Y por eso mismo, es tu mayor diferenciador.
En estos días he guiado a muchas personas para que conviertan su historia en un pitch, una marca, una herramienta de impacto.
¿El truco?
No necesitas creatividad ni ser experta en IA.
Solo necesitas saber qué pedir.
Y tener el valor de mirar adentro.
Porque mientras otros le tienen miedo a la IA, yo ya le estoy dando órdenes.
No para borrar el pasado, sino para convertirlo en poder.
Si tú también sientes que tu historia merece algo más que olvido…
Tal vez sea momento de hablarle a esa parte tuya que ya no quiere esconderse.
Porque no se trata de contar para llorar, se trata de contar para construir.
Tu historia es tu estrategia. Aunque duela.
Y sí, tu IA ya está lista. ¿Y tú?