Es muy probable que la mayoría de las personas en nuestro país tengan alguna una historia con un Ford. Y es que, desde 1925 y hasta la fecha, generaciones y generaciones de mexicanos han disfrutado y manejado algún modelo de la compañía y en la mente de muchos aún resuenan grandes nombres como Galaxie, Grand Marquis, Topaz, Fiesta, Taurus, Cougar, Falcon y Mustang, entre muchos otros modelos.
Con el paso del tiempo, sus vehículos se han ido adaptando a las nuevas normativas de seguridad y emisiones en cada uno de los segmentos donde la firma participa, pero sin sacrificar el confort, calidad y emoción al conducir.
Su actual portafolio de productos lo demuestra, el cual ofrece una gama de opciones para satisfacer todas las necesidades de movilidad de sus clientes, como los SUV de distintas categorías hasta modelos de alto desempeño, como el Mustang y la serie F-150, así como su participación en la movilidad cien por ciento eléctrica recreativa con el Mach-E, su primer vehículo impulsado con esta tecnología y esta orientación, el cual es ensamblado orgullosamente en nuestro país, en la planta de Cuautitlán Izcalli.
A 100 años de que Ford inició operaciones en México, y cuyas primeras oficinas se ubicaron en la avenida Bucareli 13, en el edificio Palavicini, en la zona centro de la Ciudad de México, hoy sigue siendo una compañía robusta, con cuatro plantas establecidas en nuestro territorio, así como un Centro Global de Tecnología y Negocios en Naucalpan de ingeniería, el cual se puso en operación en 2022 y que es considerado como uno de los complejos más grandes de ingeniería en Latinoamérica.
Por otro lado, podríamos decir que la historia de la industria automotriz mexicana arrancó el 26 de agosto de 1925 de la mano de Ford Motor Company, que ese día abrió la primera planta de armado automotriz en el país, en la zona de Balbuena.
Si bien desde muchos años antes ya circulaban distintos automotores en México, la firma del óvalo azul fue la primera que se estableció formalmente en el país, buscando eliminar los inconvenientes que existían con los importadores.
Este complejo estaba ubicado en calzada Balbuena y prolongación Candelaria e inició produciendo cinco Ford Modelo T al día, con una plantilla de 260 trabajadores. En esa época produjo alrededor de 3,200 autos y 1,943 camiones del Modelo T, que tuvo múltiples variantes como el sobrio Tudor sedán, que costaba 1,894 pesos y descapotable Touring de 1,035 pesos, formaba, junto con taxis y camiones de la misma plataforma, parte del paisaje citadino.
El 14 de septiembre de 1932 expandió sus operaciones e inauguró su primera planta de producción en la zona de Villa, en un terreno de 148,000 m², donde fabricó diversos modelos hasta los años 90, cuando fue cerrada y se convirtió en un Centro Comercial.
Para 1964 se inauguraron las instalaciones de Cuautitlán Izcalli, Estado de México y cuatro años más tarde el Complejo de Hermosillo, Sonora, en 1968 y para 1983 Chihuahua también recibió una fábrica de motores. La más reciente adhesión a esta cadena de producción de Ford en México fue una planta de transmisiones, abierta en 2017 en Irapuato, Guanajuato. Todas ellas en operación actualmente.
En la actualidad, Ford también es una compañía que está en constante evolución, pues desde del 2015, Ford de México se presentó como una compañía de movilidad, dando bandera verde a distintos proyectos enfocados en conocer y solucionar los problemas urbanos e interurbanos de transporte para las personas y su seguridad, así como el desarrollo de nuevas tecnologías que facilitan la conducción.
Si bien el vínculo de Ford con México tejió lazos estrechos con la industria automotriz, lo cierto es que también se ha encargado de ser socialmente responsables con varios programas, en los que destaca Escuelas Ford, el cual nació en 1966 y que a lo largo de 59 años sigue creando oportunidades y forjando un futuro más esperanzador para miles de niños.
No sólo se traduce en la creación de aulas, sino de implementar programas educativos innovadores que desarrollan habilidades esenciales, fomenten la creatividad y promuevan valores de unidad y colaboración en cada uno de los estudiantes Ford. ¡Felices 100 años!