Un operativo migratorio realizado en Florida entre el 21 y el 26 de abril dejó un total de mil 120 personas detenidas, marcando un récord histórico para el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en arrestos dentro de un solo estado. La operación, considerada la más grande de su tipo en Florida, fue posible gracias a la coordinación entre al menos siete agencias locales y federales, incluyendo la DEA, el FBI y la ATF.
De acuerdo con datos proporcionados por ICE, la mayoría de los arrestados proceden de Guatemala (437), México (280) y Honduras (153), seguidos por ciudadanos de Venezuela (48), El Salvador (24) y otros países (178). Además, se informó que el 63 % de los detenidos tenía antecedentes penales o condenas previas. La operación fue denominada “Marea Negra”.
Madison Sheahan, subdirectora de ICE, señaló durante una conferencia de prensa que este operativo representa la mayor cantidad de detenciones en una sola semana en un estado desde la creación de la agencia. Sheahan también elogió el trabajo conjunto con las agencias de Florida y expresó que espera que el operativo se convierta en “un modelo” para futuras colaboraciones en otros estados.
Por su parte, el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, afirmó que “ha insistido” en que su estado sea la punta de lanza en lo que respecta al apoyo estatal a la aplicación de la ley federal de migración. En ese sentido, aseguró que “el éxito de la Operación Marea Negra es prueba de nuestro compromiso”, y declaró que Florida está “listo, dispuesto y capacitado para ir al siguiente nivel”.
DeSantis también planteó al Departamento de Seguridad Interna (DHS) la posibilidad de ampliar las funciones estatales en procesos de deportación, incluyendo el uso de miembros de la Guardia Nacional como jueces de inmigración. “Si se aprueba, nos lanzaremos a la acción... Podemos hacerlo”, indicó.
Al ser interrogado sobre el respeto al debido proceso para los inmigrantes, el gobernador minimizó las preocupaciones, argumentando que muchos ya tienen órdenes definitivas de deportación y no requieren una nueva audiencia. Asimismo, negó que ciudadanos estadounidenses estén siendo deportados.
Cabe recordar que en febrero, DeSantis firmó dos leyes que refuerzan las medidas contra migrantes irregulares, en línea con la agenda del expresidente Donald Trump. Estas leyes imponen sanciones más duras a indocumentados que cometen delitos, exigen mayor rigor a funcionarios locales en la aplicación de la ley migratoria y reestructuran el polémico programa de transporte de migrantes del estado.
Sin embargo, estas acciones también han generado controversia. Un caso reciente es el arresto de Juan Carlos López Gómez, un ciudadano estadounidense de 20 años, detenido por un agente de la Patrulla de Caminos de Florida bajo sospecha de ser indocumentado. López Gómez fue liberado solo después de que su madre presentara su certificado de nacimiento ante un juez.