La experiencia de Blanca Alcalá

La poblana Blanca Alcalá logró entrar al equipo de precampaña de Xóchitl Gálvez como responsable de la cartera de Asuntos Migratorios y ocurre por dos factores determinantes: primero, la indudable experiencia que posee en ese sector; y, en segundo lugar, por la cercanía con Alejandro Moreno.

Desde su desempeño en el Senado, la priista decidió enfocarse en el ámbito de la diplomacia y la migración, conociendo el problema de fondo, particularmente el de la frontera norte con Estados Unidos.

Entonces se convirtió en una voz autorizada para debatir respecto de un fenómeno socioeconómico, mismo que extendió en su ejercicio como diputada federal. No olvidemos además de que el municipio de Puebla es de las demarcaciones con más expulsión de mano de obra nacional e internacionalmente, lo que conoció de cerca como alcaldesa de la capital.

Es decir, Alcalá no es una mujer improvisada en la materia, conoce y puede entregar buenos resultados, lo que implica que gestione una cartera de actividades y enlaces lo suficientemente interesante para que la propuesta de Xóchitl en esta etapa, dirigida a militantes, llegue a las y los panistas radicados en la unión americana.

Será muy importante que logre conectar a la precandidata con la gente de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, así como de Chicago y Las Vegas, además de la población mexicana en Los Ángeles.

Ahora bien, su llegada al equipo de la hidalguense no es fortuito, tampoco ocurrió porque Gálvez trajera marca personal sobre Blanca y la eligiera de entre decenas de perfiles con la misma trayectoria y/o preparación. Sucede porque el dirigente nacional del PRI. “Alito” Moreno puso sobre la mesa nombres de personas de su partido para incorporarse al equipo de trabajo de la panista.

Por supuesto que existió una revisión de las opciones, preguntaron por ella en Puebla y llegaron buenas recomendaciones a los oídos de Xóchitl y Santiago Creel, para avalar la propuesta del tricolor.

Que es una mujer con experiencia e inteligencia para desempeñar el encargo encomendado, por supuesto, pero no ocurre de la nada, sino a partir de una solicitud de contar con perfiles de los partidos que conforman la coalición.

Hay que seguir de cerca las acciones de Blanca Alcalá porque si logra los resultados que esperan de su área, podría colocarse en una inmejorable posición al 2024, incluso más allá del resultado de la elección presidencial.

Si, por el contrario, su gestión termina en desastre o por lo menos por debajo de lo que se espera en materia de migración, podría ser su pase de salida del equipo de Xóchitl, quien en este punto necesita personas eficaces, asertivas y con capacidad, para tratar de alcanzar en preferencias a su contendiente, Claudia Sheinbaum.

La postulación para la segunda fórmula del Senado se convirtió en la que nadie quiere dentro del PAN poblano. Hasta ahora sólo Ana Teresa Aranda era la única inscrita para este proceso selectivo.

¿Por qué tanto desprecio a la posición? Porque para llegar a la Cámara alta mediante segunda fórmula se requiere sí o sí ganar la elección estatal; si no se consigue esa meta, como primera minoría, entonces pasa la primera fórmula y la segunda se va a su casa.

En pocas palabras, nadie quiere ir a la grilla por algo que en este momento no luce precisamente como la mejor apuesta.

Ya veremos si en los siguientes días hay más perfiles interesados, aunque no hay muchas personas que se noten inquietas por participar en esa contienda.

Al día de hoy parece que es más redituable pelear una candidatura a una diputación federal e incluso local, o a una presidencia municipal sin importar si se trata de una demarcación de menos de 2 mil habitantes, que apuntarse por la segunda fórmula al Senado. ¿De plano los números indican algo que no están viendo las y los demás?