La contaminación que generamos se encuentra presente en prácticamente todos los aspectos de nuestra vida, en nuestros hogares, en el agua, en el aire e incluso el espacio. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) la contaminación se presenta cuando en un entorno ingresan elementos o sustancias que normalmente no deberían estar en él o cuando sí se encuentran presentes, pero aumentan de forma que se afecta el equilibrio del ecosistema como es el caso de la ceniza volcánica en la ciudad de Puebla y su área conurbada.
En semanas recientes la mala calidad del aire ha sido un tema para algunos municipios del estado. Las causas son varias, una de ellas son las fuentes fijas, es decir las instalaciones establecidas donde se desarrollan procesos industriales o de manufactura y que generan emisiones contaminantes a la atmósfera.
No obstante, es importante reconocer que las industrias que más contaminan en Puebla son también las que generan los mayores ingresos para la economía. De acuerdo con el Informe Anual de Calidad del Aire Zona Metropolitana del Valle de Puebla (IACAZMVP), las industrias automotriz, alimentaria, química y metalúrgica producen poco más de 117 millones de toneladas de gases nocivos cada año.
Por otro lado, están los automóviles responsables del 30 por ciento de la contaminación ambiental pues producen gases contaminantes como los óxidos nitrosos, monóxido de carbono, CO2, compuestos de plomo y cantidades menores de dióxido de azufre, sulfuro de hidrógeno y amianto cuya exposición prolongada causa inflamación e irritación de las vías respiratorias, ardor en los ojos y sensación de tensión en el pecho.
De acuerdo con el último censo del Inegi, en Puebla capital existen 1 millón 209 mil vehículos automotores. Por su parte, la Secretaría Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial del Estado de Puebla (SMADSOT), aproximadamente el 60 por ciento del parque vehicular del estado no pasa la verificación vehicular por lo que se convierte en factor de contaminación.
El tercer problema para la calidad del aire en el valle de Puebla ha sido la intensa emisión de ceniza del volcán Popocatépetl en los últimos meses, la cual sumada a la falta de lluvias y viento han resultado en una calidad del aire muy poco satisfactoria conforme a lo publicado por la SMADSOT llegando incluso al borde de la declaratoria de contingencia ambiental.
Es importante señalar que, en la Zona Metropolitana de Puebla, nos encontramos expuestos a la contaminación de forma permanente.
Respiramos contaminantes que de forma acumulativa pueden tener efectos graves a la salud y favorecer el desarrollo de enfermedades como cáncer, leucemia, afectaciones renales entre muchos otros padecimientos.
Pero entonces ¿cuál debería ser la solución? No se puede simplemente ir en contra de las industrias pues son indispensables para el crecimiento económico del estado. El concepto de Desarrollo Sostenible introducido en los años 80’s se refiere justamente a la relación que existe entre desarrollo económico y social con los efectos sobre el medio ambiente.
Partiendo de dicho concepto, una primera propuesta puede ir encaminada a reconocer que los lineamientos nacionales no son suficientes para reducir la crisis climática de forma eficiente. Del mismo modo, se debe reconocer que una sola autoridad sea federal, estatal o municipal, no podría por si sola llevar a cabo un cambio significativo, razón por la cual es indispensable fortalecer la cooperación institucional entre los tres órdenes de gobierno.
Con una cooperación efectiva, se podría considerar la implementación de un índice de polución con límites claramente establecidos y la aplicación de sanciones a las empresas que lo incumplan.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2023, Puebla es el tercer estado más insatisfecho del país con su servicio de transporte público. Por ello existe una demanda para el próximo gobierno estatal por incrementar la inversión y la regulación al transporte público con miras a hacerlo más eficiente, seguro y menos contaminante.