Nación
Claudia Bolaños
La presidenta, Claudia Sheinbaum, evitó pronunciarse sobre la decisión de la dirigencia de Morena de eliminar, sin explicación y de último momento, la disposición que ordenaba a funcionarios y militantes suspender cualquier indicio de proselitismo adelantado rumbo al proceso electoral 2025-2026.
Sin previo aviso a los consejeros nacionales, la dirigencia del partido borró del documento final el artículo segundo transitorio, que establecía: “Suspenderán cualquier acto que pueda ser considerado como proselitista, de promoción personal o personalizada para el caso de los servidores públicos. O cualquier acto anticipado a las precampañas y campañas electorales en el marco del proceso electoral 2025-2026 y los subsecuentes.”
Durante su reunión del fin de semana, 249 de los 364 consejeros nacionales de Morena aprobaron 37 reglas elaboradas con base en el decálogo que envió la propia presidenta Sheinbaum. Entre los lineamientos que sí se avalaron están la prohibición de heredar cargos a familiares, evitar la reelección, no realizar campañas negras contra compañeros y no condicionar el voto.
También se incluyeron compromisos de “austeridad republicana”, como no viajar en primera clase, evitar helicópteros o aviones privados, no presumir ropa o artículos de marca, no comer en restaurantes costosos y no usar camionetas blindadas, guardaespaldas ni autos de lujo.
Cuestionada en su conferencia matutina sobre la eliminación del artículo contra el proselitismo anticipado, Sheinbaum se deslindó: “Yo lo único que hice fue enviar una carta con mis opiniones para ser tomadas en cuenta, pero ya lo que ocurre en Morena es un asunto del propio Consejo y de la dirigencia”. Al insistirle si tenía alguna opinión sobre que se haya dejado fuera ese punto, respondió: “No, ya no me corresponde opinar de eso.”