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Cómics japoneses y los autos

Cómics japoneses y los autos

Columnas viernes 30 de julio de 2021 - 05:12

La velocidad y los coches rápidos son dos ingredientes fundamentales dentro del entretenimiento. El sector del manga, en palabras simples cómics o novelas gráficas japonesas, han servido de punto de partida para dar vida a historias que han trascendido y que atrapan al lector sin importar si le interesan o no los coches y el mundo que los rodea.

Y es que no sólo podemos disfrutar de las típicas historias que giran en torno a un conductor, sino que, además, podemos ver fantásticos autos que son, en muchas ocasiones, un personaje igual de importante o más que el propio protagonista.

En la actualidad, el manga se ha consolidado en la sociedad occidental debido al éxito cosechado durante las décadas pasadas, dejando de ser algo exclusivo de un país para constituirse en un fenómeno comercial y cultural a nivel mundial, en competencia directa con la hegemonía narrativa estadounidense y europea, mientras que sus tirajes de impresión son espectaculares: al menos diez de ellas pasan del millón de ejemplares semanales.

Initial D, una serie escrita e ilustrada por Shuichi Shigeno, cuya primera publicación sucedió en 1998, es posiblemente el exponente más conocido y exitoso entre los mejores animes de coches.

Esta obra de 48 volúmenes, sitúa en el centro de su acción a las carreras callejeras, con un personaje principal, llamado Takumi Fujiwara, un joven de 18 años quien no se ve demasiado interesado por el mundo del motor, gracias a que su padre le pide que le lleve tofu todas las mañanas antes del amanecer.

Algo que no disfruta mucho, por lo que maneja lo más rápido que puede para terminar este trabajo rápido y dormir un poco más antes de ir a la escuela. Al estar haciendo esta actividad a diario y por varios años, sin darse cuenta aprendió a controlar su coche en el paso de montaña de Akina. Con la llegada de la banda Akagi Red Suns, que pretende conquistar todas y cada una de las carreteras en la región de Kanto, en Japón, Fujiwara se verá arrastrado al mundo de la adrenalina más pura.

La historia es fácil de seguir y te involucra cada vez más con cada capítulo, pues aprendes más sobre los autos y el control de los mismos al ritmo de Takumi, te enamoras profundamente del Toyota AE86 de su padre y te preocupas mientras la competencia se vuelve cada vez más difícil.

Otros interesantes títulos que puedes encontrar en internet son Countach, un manga ilustrado por Haruto Umezawa y publicado en 2004, que trata sobre superdeportivos exóticos. Esta historia es uno de esos raros casos en los que el personaje principal no encuentra el auto de sus sueños en un depósito de chatarra. En realidad, este Lamborghini Countach LP400 le fue regalado por un misterioso millonario.

En la lista continúa King, un manga bastante raro creado por Keichiro Shinmura en 2002, en donde el personaje principal es un maestro de escuela que conduce un Honda CRX impulsado por un motor bóxer de un Subaru Impreza montado en posición central, ¡qué genial suena eso!

Restore Garage, un cómic creado por Ryuji Tsugihara, no se concentra en las carreras, sino en restaurar autos clásicos japoneses y con eso, la pasión de sus dueños. En el primer volumen, Satomi Yumejiro y su nieto restauran un Toyota 2000GT y un Datsun 510 Wagon.


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/CR

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