Abdala, radiografía de un operador

Sus inicios los tuvo en el Despacho Jurídico Carlos Meza como pasante de derecho, licenciatura que cursó en la Universidad de las Américas Puebla; fue Auxiliar jurídico en el Tribunal Electoral del Estado de Puebla; analista en el Instituto Electoral del Estado de Puebla; fue también diputado federal y en 2018 responsable de la administración de bienes materiales de la delegación de la Sedesol en Puebla, dependencia a la que López Obrador rebautizó como Secretaría del Bienestar.

Al menos entre 2011 y 2017 fue responsable de 72 contratos por un total de 203 millones 509 mil 648.625 pesos, de acuerdo con información disponible en la plataforma Quienesquien Wiki, que reúne datos de contrataciones públicas y propiedad de sociedades de toda América Latina.

De los 72 contratos, 41 fueron por adjudicación directa, 25 por licitación abierta y 6 por invitación a tres concursantes. Los montos más altos fueron entregados a Inctops Construccion SA de CV por un total de 23 millones 656 mil 53 pesos y domicilio en Jardines de San Manuel,Puebla. O sea que si no tenía, adquirió experiencia en el manejo de los recursos públicos.

Una de sus facetas menos conocidas es la de operador político, tarea que realiza de forma simultánea a su responsabilidad en Bienestar. En octubre de 2019 Irma Eréndira Sandoval, entonces titular de la Secretaría de la Función Pública, dijo que Abdala era uno de 10 delegados investigados por el supuesto uso de programas sociales con fines electorales.

En diciembre de 2019, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) sentenció que Abdala utilizó programas sociales para promover de forma ilegal al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Sin embargo, a pesar de las sospechas en su contra, el 22 de agosto de 2021 Abdala informó que dejaba la Delegación en Puebla de la Secretaría de Bienestar para asumir la Subsecretaría de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional.

Lo que se puede traducir como un premio por los servicios prestados como uno de los participantes en la Operación Carrusel que coordinó Alejandro Esquer Verdugo, secretario particular del presidente López Obrador, para conseguir financiamiento presumiblemente ilegal para Morena en 2017.

La base del esquema diseñado por Esquer fue el Fideicomiso Por los Demás, y Abdala fue uno de los políticos de Morena que recibieron dinero de ese fideicomiso creado para ayudar a los afectados del sismo de 2017, revela el periodista Raúl Olmos en la investigación periodística La Casa Gris. Todo lo que revela el mayor escándalo obradorista.

Abdala, sin ser uno de los afectados por el sismo, cobró del fideicomiso 1.6 millones de pesos mediante tres cheques, dos de sus colaboradores cobraron 6.5 millones de pesos en 16 cheques, y un ex empleado poblano de Morena recibió 2 millones de pesos también del fideicomiso, señala la investigación publicada como libro por la editorial Grijalbo.

En total, a través del sobrino de Manuel Bartlett, funcionarios cercanos a Abdala y Abdala mismo, cobraron 10 millones 100 mil pesos de los 64 millones que fueron a parar a operadores de Morena entre los años 2017 y 2018, sin que exista forma de conocer el destino final de los recursos.

La investigación de Raúl Olmos da cuenta también de que Esquer Verdugo vio a Puebla como un sitio estratégico para contratar empresas fantasma como ENEC Estrategia de Negocios y Comercio SA de CV y Ligieri de México, SA. de CV, esta última creada el 14 de abril de 2006 ante el notario público Mario Alberto Montero Serrano, y disuelta un año después de haber prestado servicios a Morena.