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El Real Madrid confirmó que sí disputará la final de la Copa del Rey ante el FC Barcelona, este sábado en el estadio La Cartuja, en Sevilla, luego de la polémica suscitada por las declaraciones de los árbitros designados para el partido, quienes denunciaron supuestas presiones por parte de la cadena televisiva oficial del club blanco.
A través de un comunicado oficial, el club merengue desmintió rumores sobre una posible renuncia a jugar el partido y calificó como “inadmisibles” las declaraciones de los árbitros, hechas a tan solo 24 horas del encuentro.
“Nuestro equipo nunca se ha planteado renunciar a jugar la final de mañana”, señala el comunicado, enfatizando que el evento es de trascendencia mundial y será visto por cientos de millones de personas.
El Real Madrid subrayó que su decisión se basa en el respeto a los aficionados que ya se encuentran en Sevilla o que han planeado su viaje para presenciar el esperado clásico.
“Deben prevalecer los valores del fútbol, a pesar de la hostilidad y la animadversión que hoy han quedado de manifiesto, una vez más contra nuestro club”, expresó la institución.
La polémica ha encendido los ánimos en la víspera de una de las finales más esperadas del fútbol español.
Imagen: AFP