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Golf GTI, medio siglo de la leyenda

Golf GTI, medio siglo de la leyenda

Columnas jueves 20 de marzo de 2025 - 18:22


No hay duda de que 1975 será recordado no sólo porque fue el mismo año en el que Bill Gates y Paul Allen fundaron Microsoft, los Beatles se separaron oficialmente como banda y el piloto austriaco Niki Lauda obtuvo su primer campeonato en la Fórmula 1, sino porque también fue el año en que vio la luz por primera vez uno de los vehículos que se ha ganado a pulso un lugar muy importante dentro de la historia del automóvil: el Volkswagen Golf GT1.

Sin embargo, la versión deportiva de este hothatch alemán no remonta algunos años más atrás, a principios de los años setenta. En aquella época existía una clara jerarquía en las autopistas alemanas: por un lado, los Porsche circulaban por la izquierda a alta velocidad, mientras que los Volkswagen, y alguno que otro Opel o Ford, avanzaban con más calma por el carril derecho.

Por aquel entonces, dos empleados de Volkswagen, Anton Konrad, quien acababa de convertirse en jefe del departamento de prensa de Volkswagen, y Alfons Löwenberg, un ingeniero que llegó a Volkswagen tras desarrollar el Rally-Kadett para Opel), disfrutaban de su tiempo libre en las carreras, por lo que la idea de crear un Golf deportivo no surgió de manera espontánea.

Pero ambos sabían que pedir permiso a los jefes de Volkswagen para empezar a trabajar en un Sport Golf era inútil, pues previamente se habían generado muchos comentarios negativos sobre una edición especial del vocho llamada "Yellow-Black-Racer", que contaba con 37 caballos de fuerza y había sido calificada de todo tipo de negativas, desde "innecesariamente potente" hasta "completamente suicida de conducir", de modo que no sería sencillo para ellos.

De modo que en el otoño de 1974, Löwenberg, Konrad y algunos otros cómplices de confianza se reunieron en la casa de Konrad, en Wolfsburg-Detmerode, justo enfrente de la fábrica de Volkswagen, pero al otro lado de la ciudad. El plan era desarrollar un Sport Golf listo para la producción en serie y presentarlo a los jefes.

Löwenberg ya había desarrollado su idea del Golf deportivo con bastante rapidez, la cual se resumía a un Golf equipado con un motor optimizado al máximo, carrocería con una distancia al suelo reducida, escape estridente del tamaño de un brazo humano y un embrague de mayor rendimiento. Obviamente, no era algo que pudieran presentar a una empresa que había lamentado un vocho de 37 hp.

La decisión de utilizar la mayor cantidad posible de piezas de producción en serie de Volkswagen se tomó con rapidez, aunque se debería trabajar en encontrar el equilibrio adecuado entre un coche que se pudiera conducir relativamente rápido los fines de semana y que fuera fácil de ir y volver del trabajo entre semana, todo eso en un Golf y sin necesidad de invertir demasiados recursos.

Con el paso del tiempo el grupo involucrado en el proyecto del Golf deportivo creció hasta ocho personas, y estaba formado, además de Konrad y Löwenberg, por Gunter Kühl, del departamento de prensa, que buscaba eventos de deporte motor en los que pudiera participar un Sport Golf; Herbert Schuster, experto en suspensiones, famoso por detectar fallas en una configuración a la primera, centrándose en lo que sentía al conducir el coche durante unos kilómetros; Hermann Hablitzel, responsable de todo lo relacionado con el Golf convencional, pues conocía el coche a la perfección y logró introducir piezas del Golf Deportivo en las pruebas generales de Volkswagen y Jürgen Adler, amigo personal de Konrad, quien realizó innumerables cálculos sobre el chasis, lo que llevó al GTI a recibir refuerzos en algunos puntos para mejorar la rigidez
También se sumaron Horst-Dieter Schwittlinsky quien, trabajando para el departamento de marketing de Volkswagen, consiguió que el Golf deportivo se incluyera en varias encuestas de clientes para demostrar que existía un mercado y también fue él quien inventó el nombre Golf GTI (Grand Tourer Injection) y Franz Hauk; no participó directamente en el grupo, pero aun así desempeñó un papel muy importante, pues desarrolló el motor EA 827 utilizado principalmente en el Audi 80 GTE), que fue el motor con el que finalmente se equipó al GTI.

“Creí que era posible atraer al público joven a una marca clásica como Volkswagen gracias a un coche como el GTI. El Golf de serie podía traer hasta 85 hp. Mi idea era crear un coche más potente. Crear una categoría atractiva para los jóvenes, que buscan imagen y deportividad, pero también para otro tipo de público que estuviese interesado en los coches deportivos y la competición.

“El reto estaba en el que el coche debía ser deportivo, pero también debía ser bueno en ciudad y en la autobahn. En aquella época también había gente que gastaba su dinero modificando los coches a su gusto.

El reto era importante.”, señaló Konrad en 2016, en una entrevista al medio británico Top Gear.

Finalmente, el grupo presentó el coche, que entonces se había rebautizado como Golf GTI, a la dirección de Volkswagen el 26 de marzo de 1975, y recibió luz verde para fabricarlo el 28 de mayo de 1975, agregando salpicaderas ensanchadas plásticas y se agregó un marco rojo a la parrilla para diferenciarlo de un Golf convencional.

Poco después de que el GTI recibiera el visto bueno de los jefes de Volkswagen, se trajo a otra persona, la única mujer que trabajó en el proyecto en un equipo de nueve personas. Gunhild Liljequist había comenzado a trabajar para el departamento de diseño de la firma alemana en 1962, siendo la única mujer en ese departamento.

Se le encargó inventar algunas características de diseño que diferenciarían el interior del GTI del Golf normal. Gunhild afirmó que, durante varios viajes a Carnaby Street de Londres, se enamoró de un patrón de tartán "escocés", una versión apagada del cual ya había usado en los Westfalia-Campers. Optó por usar la misma tela para el GTI, solo que en una combinación de colores más vibrante.

Gracias a ella, el GTI también recibió la palanca de cambios estilo pelota de golf, según Gunhild, un simple juego de palabras con el nombre del coche, y algunos también le atribuyen el volante deportivo del GTI. El primer GTI completo debutó en el Salón del Automóvil de Frankfurt, en septiembre de 1975, poco más de tres meses después de que los directivos permitieran que el proyecto se hiciera realidad.

Equipaba un motor atmosférico de cuatro cilindros de 1.6 litros, con 8 válvulas e inyección de combustible Bosch K-Jetronic y, que generaba 81 hp y 101 libras-pie de torque, acoplado a una transmisión manual de cuatro velocidades, lo que le permitía al GTI, de 840 kilos de peso, alcanzar 100 km/h en 10 segundos y desarrollar una velocidad máxima de 183 km/h.

En ese momento, se asumió que no se producirían más de 5 mil unidades. “El primer año vendimos 30,000 unidades; al final de la vida comercial del Golf Mk1 ya llevábamos 420,000 GTI vendidos. Fue una historia de éxito, también financieramente hablando”, concluyó Konrad. El resto, es historia.

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HG/CR

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