Después de conocer detalles de la convocatoria para la selección de la candidatura al Gobierno del Estado, el Consejo Estatal de Morena surge como la figura clave en el proceso interno. Andrés Villegas preside ese órgano partidista que en total agrupa a 151 integrantes, y que cargan a cuestas la decisión de proponer los dos nombres de mujeres y otros dos de hombres para que sean sometidos a la encuesta.
La primera lectura es que la mayor parte de sus miembros son personas afines a un mismo grupo, ya no identificado como barbosista, sino una expresión política que se dividirá entre dos opciones: Julio Huerta Gómez y Olivia Salomón Vivaldo.
Así que, en un ejercicio de prospectiva, puede inferirse que, con base en sus simpatías y pertenencia de grupo, estos dos perfiles llegarán a la encuesta. No hay que olvidar que el Comité Nacional podrá ejercer una facultad de incorporar a otras dos personas más al proceso, a partir del cumplimiento de una serie de condiciones.
En el bloque correspondiente a los hombres, a Huerta Gómez podría agregarse el senador Alejandro Armenta y, el diputado Ignacio Mier Velazco, podría ser la propuesta de la autoridad nacional, o viceversa.
Pero la ecuación no es tan sencilla por el hecho de que en el juego también están otros personajes con trayectoria partidista o gubernamental como Rodrigo Abdala, el delegado de los programas del Bienestar, así como el ex secretario de Salud en la entidad, José Antonio Martínez.
¿Por quiénes se inclinarán en el Consejo Estatal? Reitero que parece evidente que Huerta sería uno de esos nombres, habrá que ver si se confirma la hipótesis propuesta. ¿A quién dejarán fuera en ese ejercicio? ¿Cobrarán valor las diferencias y los rencores políticos? ¿Se dará oportunidad a la negociación, al cabildeo y al diálogo? Vaya dilema.
En cuanto al bloque de mujeres es menos problemático que el de hombres. Después de Olivia Salomón, cercana a la mayoría de quienes integran el Consejo, tendría asegurado su nombre y, quedaría otro espacio que podría ser para Norma Layón, la alcaldesa de San Martín Texmelucan; la secretaria del Bienestar, Lizeth Sánchez; o en su caso, la ex presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera.
Es más probable que Layón o Sánchez ingresen a propuesta del Consejo que Rivera, quien podría recurrir a que sea considerada como “cuota” del órgano nacional.
No será un ejercicio fácil ni terso. En cuestión de días veremos una ríspida contienda para recibir el aval de este órgano partidista, que inicialmente, sabemos, posee simpatías y preferencias, aunque en política nada está escrito.
¿Qué haría menos ruda la contienda? Simple, la declinación. Si alguien decide no registrarse el 25 o 26 de septiembre, eso reduciría la tensión para los consejeros estatales, pero igualmente hay que esperar para tomar conclusiones definitivas.
CAJA NEGRA
El Comité Ejecutivo de Morena hizo lo que pudo para contrarrestar el efecto Coahuila de cara a las nueve elecciones estatales en puerta. Significa que, a fin de impedir otra ruptura que le haga perder una contienda constitucional, prefirieron dar juego a los consejos estatales, sin que esto signifique que sus propuestas serán las que se queden con las candidaturas.
En aquella elección, Ricardo Mejía Berdeja se dejó llevar por el canto de las sirenas, se postuló por el PT y, finalmente, contribuyó a una derrota estrepitosa para el morenista Armando Guadiana.
Concentrémonos en Puebla. No quisieron eso para el estado y a nivel nacional ceden un poco para que en las entidades se sientan partícipes del proceso, pero al final es en lo nacional donde se decidirá si incluyen a perfiles marginados en el estado y, además, serán responsables del levantamiento de la encuesta.
Una jugada maestra que esperan sea a prueba de rupturas políticas.