Agárrense, que el precio de los autos va directo al cielo...

Columnas viernes 18 de septiembre de 2020 - 00:10

Lo que tanto me temía está pasando y, por desgracia, más rápido de lo que anticipaba: el precio de los vehículos está escalando rápidamente y no hay indicios de que esto se vaya a detener o revertir.

Si bien, previo a la pandemia la economía mexicana ya mostraba señales de debilidad, la fluctuación del tipo de cambio, un pilar muy importante para determinar cuánto cuestan los autos, no jugaba contra el peso en ese momento, con niveles de 18 pesos por dólar y 21 por euro, que hoy vemos aproximados a los 21 y 26 pesos, respectivamente.

Con el arribo de la pandemia, nuestra moneda fue de las golpeadas en el mundo y, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), la economía mexicana sufrirá una contracción de un 10.2 por ciento al finalizar el 2020, siendo de las economías que más terreno perderá junto con las de India y Sudáfrica, y será la cuarta más afectada de las 20 economías más grandes del planeta.

Hasta ahí las cifras no duelen tanto, o al menos se ven lejanas para nuestra cartera, pero cuando consideramos que la nueva Suburban escaló el precio de su versión más accesible de 914 mil 900 en el modelo 2020 a un millón 431 mil 600 para el 2021, comenzamos a entender qué tan fuerte nos golpeará todo lo que está pasando.

Muchos pensarán que la enorme camioneta de Chevrolet es un lujo distante, así que tomemos como ejemplo un vehículo más cercano a lo que la gente comprará por montones en los próximos meses, camionetas pequeñas.

La Peugeot 2008, que se vendía como Active 2020 y que se ofrecía como el escalón de entrada costaba 343 mil 900 en su versión automática, mientras que la que recién acaba de llegar como modelo 2021 costará 391 mil 900.

Es cierto que en ambos casos hubo un cambio de generación, sin embargo, incluso en aquellos vehículos que sólo modificaron pequeñas cosas, si no es que nada, una vez que se comercialicen como modelos 2021, esperan incrementos de entre un 12 y 18 por ciento.

Si tomamos como ejemplo la misma camioneta de Peugeot, la marca francesa ofrecía la versión 2020 más cara de ésta en 391 mil 900, y agárrense porque para 2021 la versión más equipada costará 506 mil 900, aunque usted no lo crea.

En breve veremos muchos modelos desaparecer, habrá equipamiento, acabados, versiones e incluso materiales que nunca volveremos a encontrar en algunos vehículos, esto con la intención de ofrecerle al mercado la posibilidad de acceder a un auto nuevo, en medio de lo que nos espera.

Los planes de financiamiento y las tasas de interés jugarán un papel preponderante en las ventas de las agencias automotrices, y el mercado de los seminuevos se fortalecerá pues, en tanto una vacuna contra el nuevo coronavirus no llegue, y de forma masiva, la economía seguirá vulnerable a los rebrotes y cierres de algunos sectores de la economía.

El mundo ya no es el mismo y la venta de vehículos tampoco. En el futuro inmediato habrá personas que ya ocupen tanto su vehículo, pues hacen más trabajo desde casa y con los chicos tomando clases por televisión ya no hay la misma urgencia por estacionar dos o tres vehículos en el garage, así que las leyes de mercado, con la oferta y la demanda variando, también se verán alteradas, lo cual no necesariamente ayuda a que sean más baratos.

Cierto es que, hoy más que nunca, el auto será el lugar más seguro para evitar contagios, pues con lo malo que es el transporte público en nuestro país, garantizar que éste, además sea limpio, es demasiado pedir; por desgracia también hay que considerar que hoy evitar contagios no necesariamente es una prioridad para todos.

Las marcas que puedan fabricar más autos en México y aquellas que puedan importarlos sin pagar altísimos aranceles, podrán aguantar mejor los embates de esta situación, aunque hoy nada está escrito.

Si puedes comprarte un auto con los precios de hoy, es muy probable que mañana puedas asegurar que fue una buena inversión, a pesar de que se viene la época en la que más autos se solían venden en nuestro país, y en la que se acostumbraban a poner las mejores promociones, aunque para como van las cosas, en un año tan atípico, es muy probable que eso a lo que le llamábamos Buen Fin, ya no lo sea tanto, así es que no veo por qué esperar.