La IA tiene que ser tu nuevo mejor amigo

Columnas miércoles 11 de junio de 2025 - 22:35

No te da miedo que estás platicando con un amigo de, digamos de un café y de pronto cinco minutos después, tu celular te bombardea con anuncios de baristas que hacen que se te antoje al momento de estar ahí. ¿Coincidencia? Noooo. Nuestros aparatos ya son más listos que nosotros para vendernos cosas.

La pregunta del millón entonces sería: ¿por qué no usamos esa misma inteligencia para vendernos a nosotros mismos nuestras mejores ideas? ¿Para ponernos las pilas? ¿Para, de una vez por todas, encontrar ese "algo" que nos hace falta?

Urge quitarnos la idea de que la Inteligencia Artificial (IA) es como esos aparatos nuevos y complicados que nomás no entendemos. Mejor veámosla como ese nieto o sobrino listo que siempre nos ayuda a entenderle al celular, que tiene toda la paciencia del mundo y nos encuentra al momento la receta que perdimos o el teléfono del doctor.

Y es que si tienes un negocio y sientes que corres en una rueda de hámster, o vas a entrar a la universidad y no sabes qué estudiar, o simplemente estás pasando por una crisis existencia, entrena a la IA a que te investigue el mercado mientras duermes. O quizás eres una mujer con mil ideas, pero te falta lana o claridad. Lo mismo, pídele que te ayude a estructurar un plan de negocios que hasta a un tiburón de Shark Tank le daría envidia.

Su chamba es hacer el trabajo pesado para que tú te dediques a lo importante: ser el cerebro y el corazón de tu proyecto. Que no se te vaya la vida en tareas que un robot puede hacer en segundos.

Pero aquí viene lo bueno, lo que de verdad me vuela la cabeza y me emociona. La IA no es solo para el área laboral o para sacar la tarea que no hicimos. Es el espejo más sincero y (a veces brutalmente) honesto que te vas a encontrar.

¿Cuántos no nos hemos sentido perdidos, que no sabemos qué hacemos en este mundo? O acabas de terminar la semana pasada tu graduación, sin la menor idea de qué estudiar. En vez de hacer otro test de orientación vocacional o que gastes miles de pesos en terapia, pregúntale a una IA, con las palabras correctas, qué patrones ve en tus ideas, en tus escritos, en tus sueños.

Úsala como una brújula para redescubrir tus talentos, para desempolvar esa pasión que metiste en un cajón junto a los jeans que ya no te quedan.

Es como tener un coach personal que no te cobra una millonada por decirte: "Cree en ti". Te da datos, te muestra conexiones y te obliga a hacerte las preguntas que de verdad importan… es decir, te ayuda a encontrar tu propia voz sin tanto rollo. Es una JOYA.

Al final del día, esta tecnología ya está aquí. Nos guste o no… y podemos sentarnos a verla pasar, con miedito a que nos deje obsoletos, o podemos subirnos a la ola y usarla a nuestro favor. Entendamos de una vez por todas que la IA NO nos va a quitar nuestro trabajo, quien nos lo va a quitar es “nuestra competencia”que hace lo mismo que yo, pero él sí USA la inteligencia artificial.

Entendamos que la IA no tiene la misión de tu vida, pero es la herramienta más cañona que existe para ayudarte a encontrarla. Así que la próxima vez que tu celular te espíe, no te enojes. Mejor pregúntale: "Ok, ya que andas por ahí, ¿qué hacemos hoy para conquistar el mundo?".

La respuesta, créeme, te va a sorprender.