Trueque de Cholula es declarado Patrimonio Cultural Intangible

El gobierno de Puebla declaró el Trueque de San Pedro Cholula como Patrimonio Cultural Intangible del Estado por los valores culturales, antropológicos, históricos, artísticos y tradicionales que representa.

La declaratoria fue publicada el pasado 28 de febrero en el Periódico Oficial del Estado de Puebla, luego de que la Secretaría de Cultura realizó dos foros abiertos de consulta a habitantes de dicho municipio.

En el decreto se instruye a las autoridades en materia de cultura medidas para salvaguardar esta actividad prehispánica, las cuales deberán formalizarse en los instrumentos jurídicos y administrativos correspondientes para dirigir las acciones a corto, mediano y largo plazo.

Entre ellas garantizar que el Trueque se mantenga “vivo” mediante acciones que favorezcan su práctica y transmisión regular en las comunidades que participan en él; así como el registro anual de los productores asistentes, habilitación de infraestructura temporal para su desarrollo, etcétera.

Destaca que San Pedro Cholula, poco antes de la llegada de los españoles, se constituyó como un importante centro ceremonial dedicado a Quetzalcóatl, al cual asistían comerciantes de distintas partes –de hasta mil kilómetros de distancia– que llevaban diversos productos a la “Gran Plaza”, los cuales eran intercambiados por otros productos, es decir, llevaban a cabo el Trueque.

Señala que Cholula era considerada una “ciudad sagrada” dentro del Altiplano Central y una meta obligada de peregrinación, al nivel de Roma para los católicos o la Meca para los musulmanes, por lo que esta concurrencia la hizo una ciudad multicultural y un importante centro de intercambio.

Por costumbre, el Trueque se realiza de manera espontánea y sin una organización previa, pues los habitantes y vendedores que participan llevando sus productos se dan cita en la actual Plaza de la Concordia cada 8 de septiembre para realizar el intercambio sin haber recibido una invitación o anuncio previo.

El Trueque sirve de antesala para el desarrollo de otras prácticas culturales como las ofrendas del Día de Muertos o la medicina tradicional, al suministrar los productos que les son necesarios y que no pueden encontrarse de manera inmediata en la localidad.

Los productos que se intercambian en el trueque tradicional son: incienso y copal, artesanías de: madera, barro, palma, ámbar, cobre, metales, rafia, cerámica, yeso, tela, piel, piedra, tejido, cestería, bordados.

Además de frutas y verduras criollas como: manzanas, peras, durazno, guayaba, limón, nuez de castilla, vainas, aguacates; cacahuates, chiles, habas, chiles poblanos, chiles locos, guajes; o productos hechos artesanalmente como el pan de fiesta y los dulces típicos, así como las hierbas medicinales, entre otros.