En esta ocasión le tocó al autor Daniel Kahneman encabezar esta columna. Ganador del Premio Nobel de Economía, sin ser economista, Kahneman es un psicólogo israelita que investigó sobre cómo nuestro cerebro toma decisiones cuando existe incertidumbre y riesgo.
Y las teorías que él desarrolló y por las cuales ganó el premio, las logra exponer en su libro Pensar Rápido, Pensar Despacio.
El autor explica que existen dos sistemas en nuestro cerebro responsables de nuestra toma de decisiones, el Sistema Uno y el Sistema Dos… bastante “rebuscados” los nombres… y es que el sistema uno es el más simple, el que nos lleva a tomar decisiones rápidas y de forma intuitiva.
Mientras que el segundo sistema requiere de un proceso mental más complicado, donde se evalúan las decisiones, donde se requiere más tiempo para llegar a una solución y donde tenemos que estar atentos a los sesgos cognitivos.
Los sesgos serían, por ejemplo, si yo creo que la gente con tatuajes y pelo largo representan peligro, cuando me encuentre con un personaje con dichas características, en automático (Sistema Uno), tomaré la decisión de tomar distancia para estar a salvo. Tomé una decisión desde la intuición, desde la reacción, y/o en este caso, desde un sesgo.
Además de estos sesgos, lo que nos lleva a tomar decisiones en el Sistema Uno, son las emociones, nuestra perspectiva de la vida, la forma en cómo entendemos y tenemos configurado nuestro cerebro.
Por otro lado, el Sistema Dos necesita más energía. Este sistema se quema rápidamente, es finito y se ve afectado por la presión temporal, es decir, se le gasta la “pila”. Entonces, ¿qué hay que hacer? Cuidar nuestro tiempo, estar enfocados, NO CAMBIAR DE TAREAS y no procrastinar, porque esto nos lleva a un desgaste de esta gasolina.
También hay que facilitarle las cosas a nuestro cerebro, es decir, entrenarme en algo que quiero, dominarlo, hacerme tan bueno en eso que puedo acceder en piloto automático al Sistema Uno y así no gastar el segundo Sistema. Y es que cuando me convierto experto en algo, soy más eficiente en la toma de mis decisiones.
Otro punto es concentrar mi energía en UNA SOLA TAREA… el multitasking NO es efectivo, hacer una sola tarea me mete en un FLOW de eficiencia donde en el corto tiempo puedo lograr lo que quiero. Estar en estado de Flow me lleva a una mayor concentración, mayor eficacia y mayor disfrute.
El alimentarnos bien también nos ayuda a tomar mejores decisiones, ya que la glucosa juega un papel indispensable para la ejecución de tareas. Y, por muy satanizado que tengamos este tema, jugar videojuegos puede incrementar nuestra concentración, moviéndonos más rápido de un sistema dos hacia el uno.
La facilidad cognitiva es una medida interna de qué tan fácil o difícil es nuestra toma de decisiones, y, si estamos en el sistema uno, somos más intuitivos y creativos, es decir, tenemos mayor facilidad cognitiva.
Entonces, para movernos al sistema uno, el autor nos da los siguientes trucos: la repetición, es decir, crear hábitos y ser constantes. Tener un buen humor, que junto con la experiencia repetitiva, nos lleva a la familiaridad… y todo lo anterior mejora nuestro sentido común, pues algo que hemos escuchado y/o repetido tantas veces, lo llegamos a aceptar como una verdad que facilita nuestros procesos.
Así que tú dime, ¿tomas tus decisiones desde el sistema uno o desde el sistema dos?