Dedazo Verde con motivaciones
Columnas
Jaime Natale Uranga, actual diputado local y dirigente del Partido Verde ganó la confianza del Comité Ejecutivo Nacional de su partido, liderado por Karen Castrejón, y obtuvo en recompensa la ratificación de su encargo para los siguientes tres años.
En sentido negativo, hay que decirlo, se trata de un dedazo simple y llano. No hubo proceso democrático de por medio; es decir, la militancia no se reunió en asamblea, ni salió a las urnas, sino que provino de una designación directa de parte de la cúpula.
No se justifica, pero es la práctica común del Partido Verde. Diría de otra forma, corresponde a sus usos y costumbres bastante arraigados desde su fundación.
No extraña, al paso del tiempo se convirtió en un partido–empresa, en donde la familia dueña, la del ‘niño verde’ –Emilio González– obtiene beneficios del poder, aunque por motivos de salud la administración quedó en manos de Castrejón, sin perder de vista la influencia que busca ejercer Manuel Velazco.
Ahora bien, al interior del partido lo que importó fueron los resultados que Natale Uranga entregó durante su desempeño.
De entrada, consiguió empoderarlos en el Congreso del Estado con más curules de las que antes obtuvo a través de Guadalupe Vargas Vargas, Miguel Márquez Ríos, Kathya Sánchez Rodríguez, Norma Pimentel Méndez, Fernanda de la Barreda, Beatriz Manrique y la del propio Natale.
Si observamos la última elección por la gubernatura, el Partido Verde reportó buenas cifras. Simplemente se posicionó como tercera fuerza por debajo de Morena y del PAN, al conseguir en las urnas un total de 266 mil 631 votos.
También debe destacarse que, por primera vez en la historia política de Puebla, los ecologistas superaron al PRI y lo enviaron al cuarto sitio, los tricolores apenas 11 mil votos arriba del PT —el otro aliado de la 4T–.
A la luz de estos datos de diagnóstico, queda claro que, si bien se trató de un acto de designación, un dedazo en pocas palabras, en este partido poseen razones de forma y fondo para justificarlo.
Ni siquiera Juan Carlos Natales mostró tan buenos resultados en su momento.
El nombramiento es un reto, porque ya no es suficiente permanecer, sino que la organización demandará un mejor desempeño para las elecciones del 2027 y junto con eso más protagonismo.
Así como el PT ha hecho en diferentes foros, los ecologistas comenzarán a solicitar más posiciones y es una de las encomiendas encargadas a Jaime Natale en Puebla.
Es decir, en la Ciudad de México le hicieron saber que van bien, pero quieren más.
La apuesta será consolidarse como la segunda fuerza política en el Congreso del Estado —porque Morena no va a ceder más candidaturas para perder poder, aunque sean sus aliados–.
En el ámbito de las presidencias municipales también subirá su demanda.
En este momento no es posible especificar, pero anoten como interés del Partido Verde al menos una o dos de las demarcaciones más importantes para encabezar la coalición.
¿Cuáles podrían ser? Atlixco, San Andrés Cholula, Tehuacán –como el PT no ha dado una con sus propuestas y el de Morena va de mal en peor, un perfil de interés social podría funcionarles–. Son sólo ideas al aire.
CAJA NEGRA
El nombramiento de Hugo López Gatell como representante de México ante la Organización Mundial de la Salud es un reconocimiento político, no hay más que decir.
No es un mérito porque durante su desempeño como ‘zar de la salud’ durante la pandemia de Covid-19, el país careció de conducción, de estrategia y de visión para alentar la prevención y reaccionar eficazmente ante la gravedad. El funcionario no ganó nada, se lo regalaron.
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/CR
