Mujeres que Brillan

Columnas miércoles 09 de abril de 2025 - 23:47

Hay mujeres que limpian todo lo que los demás dejamos sucio. Y no hablo solo de pisos, baños u oficinas. Hablo de las que limpian con silencio lo que la sociedad no quiere ver: la desigualdad, el clasismo, el racismo, el desdén.

La señora que entra cada mañana a tu oficina con un trapeador y se va sin que nadie sepa su nombre. La que limpia casas ajenas mientras su propia casa espera. La que lava platos, recoge botellas, sacude polvo… y escucha, ve, calla.

Vivimos rodeados de ellas, pero no las vemos. Y lo más duro: a veces ni siquiera nos damos cuenta de que tampoco las escuchamos.

Te dejo algunas preguntas para incomodarnos, para ver de frente lo que evitamos:

¿Te sabes el nombre de la persona que limpia tu oficina o tu casa? ¿Alguna vez le diste las gracias? ¿Por qué a lo esencial le pagamos tan poco y lo tratamos tan mal? ¿Desde cuándo decidimos que limpiar es "inferior"? ¿Cuántas veces has usado la palabra "muchacha" sin saber su historia?

Estas preguntas no son solo para ti. Son para todos. Son para que empecemos a ver. A escuchar. A reconocer.

Por eso hoy quiero contarte algo importante. Existe una convocatoria hermosa que está hecha justo para ellas. Se llama Premios DEMAC y entrega 40 mil pesos a mujeres que hayan trabajado en limpieza (doméstica, institucional o empresarial) y se animen a contar su historia de vida. No se trata de escribir bonito, ni con reglas literarias. Se trata de ponerle voz a lo que tantas veces se ha vivido en silencio.

Porque limpiar no es un acto menor. Es sostener. Es cuidar. Es preservar la vida digna de otros, muchas veces a costa de la propia.

¿Y sabes qué es lo más poderoso? Que esas historias pueden iluminar a este país mucho más que mil discursos. Porque en cada testimonio hay fuerza, injusticia, ternura, rabia, amor, esperanza.

Así que si conoces a una mujer que limpia y tiene una historia que merece ser contada, pásale esta oportunidad. Puede mandar su testimonio escrito a mano o por computadora antes del 8 de junio. Toda la información está en www.demac.org.mx.

Y si tú no limpias casas, pero tienes prejuicios… también puedes empezar a sacudir los tuyos.

Porque este no es solo un concurso. Es un acto de justicia.

Es un espejo. Y tal vez te toque verte reflejado en él… tal vez hoy no eres tú quien limpia pisos, pero sí podrías empezar a limpiar tu mirada.

Tal vez no cargas cubetas, pero sí podrías empezar a cargar empatía. Tal vez no trapeas oficinas, pero sí podrías barrer el clasismo que se te escurre sin darte cuenta.

Porque cuando una mujer que ha sido invisible decide contar su historia, no solo se libera ella. Nos libera a todos.

Así que ya es hora de que las que limpian también brillen. Que pasen del fondo al frente. De la sombra al foco. De lo invisible… a lo inolvidable.