Las drogas destruyen a las personas y al tejido social.
Hay un sinfín de historias relacionadas con el consumo de narcóticos, violencia doméstica y homicidios dolosos.
En los primeros días de enero de 2025, un asesinato triple conmocionó a los habitantes de la alcaldía Tláhuac en la Ciudad de México.
El agresor identificado como Erick N., de 24 años de edad, presuntamente mató a su mamá, papá y hermana junto al árbol de Navidad.
A través de un mensaje narró a su novia lo sucedido y tras la denuncia de su tío fue detenido por la Fiscalía de la CDMX para ser vinculado a proceso.
Un hecho atroz es injustificable, pero existe una variable significativa: Erick es drogadicto.
Especialistas en Neurología advierten que en algunos casos, los trastornos mentales como la ansiedad, la depresión o la esquizofrenia pueden estar presentes antes de la adicción, pero las drogas potencializan dichos padecimientos.
En las personas que consumen drogas, si bien se da la sensación de bienestar, el sistema de recompensa que se activa es de modo artificial, lo que transforma el funcionamiento natural del cerebro y sus redes neuronales, provocando daño que será mayor e irreparable si el cerebro está en formación, es decir en la niñez y adolescencia.
El gobierno de México dio los primeros pasos para abordar el tema de las adicciones desde la parte preventiva, siendo importante que las instituciones públicas, privadas y la comunidad en general sumen esfuerzos para evitar que las juventudes caigan en la drogadicción.
La campaña ‘Aléjate de las drogas. El fentanilo te mata’ está enfocada a despertar la conciencia sobre los estragos devastadores de este opioide (50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina).
Los expertos estiman que una dosis de solo 2 miligramos de fentanilo, que equivalen entre 10 y 15 granos de sal de mesa, es considerada letal.
Si bien tiene ventajas médicas para combatir el dolor de pacientes con enfermedades graves, el problema de su consumo ilícito es que las pastillas están combinadas con otras drogas sintéticas, haciéndola más destructiva.
Por otro lado, su consumo está afectando seriamente la salud de miles de estadounidenses.
En la ciudad de Portland, perteneciente al estado de Oregon, el número de muertes por sobredosis relacionadas con fentanilo aumentó 533 por ciento entre 2018 y 2022.
La gobernadora Tina Kotek anunció el estado de emergencia y reconoció que la ciudad estaba sufriendo un "daño económico y reputacional", según un reportaje de la BBC Mundo.
En 2016 el fentanilo estuvo detrás del 62 por ciento de las muertes por sobredosis en Washington. En 2022, fue la causa del 96 por ciento de las muertes relacionadas con el abuso de drogas.
Mientras Donald Trump responsabilice a México por el alto consumo en su país, acusando que la droga se produce desde nuestro territorio, el gobierno federal no podrá relajar los operativos de desmantelamiento de laboratorios y vigilancia en las aduanas.
En resumen, la campaña del fentanilo es positiva para calmar la euforia del republicano; sin embargo, hará falta que las autoridades actualicen las cifras de consumo en México porque sin estadísticas es imposible medir el alcance que tienen otros estupefacientes en nuestra sociedad. Negar la realidad no la hará desaparecer.