Enfrentan docentes desafíos para enseñar a nuevas generaciones

Sin acceso a sanitarios, electricidad, equipo de cómputo ni conexión a internet y en zonas indígenas hasta con carencia de agua y drenaje, son parte de las condiciones en las que el magisterio poblano tiene que enseñar en escuelas de la entidad poblana.

De acuerdo con datos de la Dirección General de Planeación, Programación y Estadística Educativa de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en la entidad hay 103 mil 249 docentes de todos los niveles, los cuales laboran en 14 mil 494 planteles educativos.

Siete de cada 10 docentes trabajan en una escuela pública, mientras que tres de cada 10 lo hacen en una privada.

El 59 por ciento trabaja en educación básica, es decir, desde el preescolar, primaria, secundaria, en tanto, en media superior trabaja el 18 por ciento de los docentes poblanos.

El 4.5 por ciento de los maestros se dedican a enseñar en el nivel superior, el cual está conformado por 143 planteles, entre licenciaturas y posgrados, ya sean públicos y privados.

De acuerdo con un diagnóstico de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación en el ciclo escolar 2018-2019, en educación básica sólo el 89 por ciento de las primarias en Puebla tenían luz eléctrica y 90.4 por ciento de las secundarias, aunque el porcentaje supera los datos a nivel nacional.

Sin embargo, sólo el 53 por ciento de las primarias tenían una computadora con fines pedagógicos y en las secundarias supera el 80 por ciento.

En conexiones a internet, las escuelas primarias sólo tenían acceso en un 27.1 por ciento y las secundarias el 43.6 por ciento.

En cuanto a servicios sanitarios básicos no estaban presentes en la totalidad de las escuelas, sólo el 75.9 por ciento de las primarias tenía conexión a red pública de agua potable y en el caso de las secundarias sólo en 80.3 por ciento, es decir, casi una quinta parte carecía de la misma.

En sanitarios sólo había en 89.5 por ciento de las primarias y en 90.8 por ciento de las secundarias.

Las carencias en infraestructura educativa se concentran en las personas con discapacidad, pues sólo el 18.3 por ciento de las escuelas contaba con infraestructura adaptada, y en secundaria apenas llega al 17 por ciento.