Si en este espacio buscas qué es el amor, te quiero comentar que yo estoy igual de perdida que la mayoría.
Porque, aunque amor tiene una sola definición, existen miles de significados. Son tan amplias sus interpretaciones como el número de individuos que vivimos en este planeta.
Más de siete mil millones de diversas expresiones preceden a esta palabra… AMOR… y en este mes tan comercial del Amor y la Amistad solo quiero compartirte mi “reflexión”.
Todos conocemos estas palabras, amor y amistad. Nos han acompañado a lo largo de nuestra vida desde que tenemos uso de razón… ¿podrías ubicar cuando fue la primera vez que escuchaste la palabra “amor? y si sí, ¿qué ideas llegan a tu mente?
Porque para todos, estas dos palabras que parecen tan simples y conocidas, tienen significados TAN diferentes… dependiendo de nuestros valores, educación, de cómo los hemos vivido, palpado, experimentado.
Y lo peor es que vamos por la vida asumiendo que los demás piensan y sienten lo mismo de lo que es el amor y la amistad para mí… y me lleno de expectativas… y me vuelvo a “decepcionar”, y lloro y armo drama.
Parece algo muy simple, parece que al decir la palabra AMOR, en nuestro cerebro se encienden las mismas neuronas y hormonas de la “felicidad” que a todos los demás… pero eso depende del pensamiento que tengamos, cuya base son todas esas creencias que nos han dicho que significa la amistad y el amor… y si nos ponemos más “truchas”, conforme vamos creciendo, podremos irnos dando cuenta de qué significado tienen… pero dependiendo de mi experiencia de vida, no de lo que me han dicho que “deberían” ser.
Desde pequeños decimos: ella o él es mi amigo, pero la construcción mental que el otro tiene es muy diferente a la propia, sus significados no son los mismos que los míos, y entonces y en automático y de forma reactiva generamos expectativas, y cuando ese amigo por quien yo daba toda mi vida, me hace algo que me genera un corto circuito derivándose en un enojo o una “sacudida”, cuando esas actitudes que tuvo mi “amigo” no son las que yo esperaba, entonces me decepciono, y pienso que NO es mi amigo, o peor, que algo “malo” existe en mí … y me invaden mil preguntas sobre qué habré hecho yo para que el otro actúe de cierta forma.
Y no me doy cuenta que la forma que el otro me da su amor y/o su amistad NO tiene nada que ver conmigo… me da lo que puede, de lo que está “lleno”… y comprendo que es su construcción mental, sus pensamientos, sus emociones y conductas que tiene integradas las que dan como resultado su forma de amar… y por mucho que a mi me gustara que me mostraran amor y amistad de otra forma, regresa a mi mente este pensamiento: todos hablamos diferentes idiomas… ¿te ha pasado?