«Surge la candidatura de Samuel y ellos se sienten ofendidos»
Andrés Manuel López Obrador
¿Cómo comenzó la complicidad entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Samuel García? Quizá tendríamos que remontarnos a mi columna “Fosfo fosfo”, publicada la primera quincena de mayo de 2021, cuando el envalentonado emecista amenazaba con acabar con el federalismo fiscal desde el estado de Nuevo León:
«Nuevo León y Tamaulipas son el laboratorio político de la 4T. La integración a cargo de la Fiscalía General de la República de carpetas de investigación por la presunta comisión de actos delictivos del candidato Samuel García de Movimiento Ciudadano y del gobernador Cabeza de Vaca representan, bajo ropajes aparentemente republicanos, el eterno retorno del presidencialismo mexicano del siglo XX; el propio López Obrador en 2005 fue testigo presencial del deleznable alcance de sus prácticas: desde Los Pinos el Ejecutivo arengaba a su mayoría para promover un desafuero contra un gobernador incómodo –Cabeza de Vaca–, o en su defecto, si el adversario aún no tenía encargo público alguno –‘Fosfo Fosfo’–, el proceso judicial se convertía en el instrumento idóneo para imputarle o fabricarle, aquí la justicia era lo de menos, actos delictivos con el único propósito de frustrar las aspiraciones políticas inmediatas del sujeto en cuestión».
Desde luego la estrategia no funcionó con Cabeza de Vaca, pero sí surtió sus efectos con Samuel García hasta convertirlo en el esquirol favorito de la 4T. ¿Qué le sabrá Gertz Manero al gobernador por poco ‘depuesto’ de Nuevo León? No lo sabemos, pero a juzgar por lo visto ese expediente debe ser tan real como contundente pues, desde que tomó posesión del cargo, no volvió a amagar con romper “la injusta carga fiscal” que soporta el productivo Nuevo León.
Y, sin embargo, lo ocurrido en los últimos días en ‘la sultana del Norte’ va más allá de la extorsión como fuente de disciplinamiento político. Un ‘golpe de mano’ al Congreso del Estado, fraguado tan cómicamente que parecía que lo ejecutaba un cavernícola en vez de ‘un doctor en política pública’, mostró una tragedia profunda: la autocracia en México no necesita venir de López Obrador para ser popular, tristemente al elector promedio le importa poco que sus políticos respeten el Estado de Derecho mientras alguna curiosidad los destaque del resto: tener un acento macuspano y regalar dinero a expensas de los contribuyentes o ser ‘el meme’ de una esposa encantadora.
Pero más allá del trending topic las preguntas se imponen: ¿por qué la Legislatura de Nuevo León debía elegir un sustituto a contentillo del gobernador?, ¿dónde quedó la autonomía constitucional del Poder Legislativo?, ¿en verdad, a falta de curules, reventar una sesión era la puerta de escape de Samuel García a la candidatura presidencial de MC?, ¿tan escaso resulta ser su talento político?
Como quiera que sea, gracias a los buenos oficios de ‘Alito’ Moreno y Marko Cortés, Movimiento Ciudadano ‘quemó sus naves’ y el Frente Amplio por México no tendrá competencia real que divida el voto opositor en la boleta presidencial del 2024. Por default, la primera batalla de Xóchitl Gálvez está ganada.