La temporada de gripe 2023-2024 en Estados Unidos ha cobrado la vida de al menos 216 niños, superando las cifras del año pasado y marcando un récord no visto desde la pandemia de gripe porcina de 2009-2010, según datos recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Pese a la alarmante cifra, las autoridades advierten que el conteo podría seguir aumentando, ya que la temporada de gripe aún no ha finalizado y el cómputo oficial se cerrará hasta el otoño. El doctor Sean O’Leary, miembro de la Academia Americana de Pediatría, afirmó: “La cifra que tenemos ahora es, casi con certeza, un subregistro, y es casi seguro que aumentará cuando se declare el fin de la temporada y se compilen todos los datos”.
Expertos como el Dr. O’Leary atribuyen parte de esta alta mortalidad a la disminución en la tasa de vacunación contra la gripe entre menores. Mientras que hace cinco años un 64% de los niños estaban vacunados, esta temporada la cifra cayó al 49%. Las vacunas no garantizan que no se presenten síntomas, pero sí han demostrado reducir significativamente el riesgo de hospitalización y muerte.
La gravedad de la temporada de gripe no se limita a la población infantil. Los CDC la califican como “muy severa”, con al menos 47 millones de personas contagiadas, 610 mil hospitalizaciones y 26 mil fallecimientos registrados hasta el momento, lo que refleja un impacto sanitario de gran escala.
Entre los adultos hospitalizados con gripe, el 95% tenía una enfermedad preexistente. Sin embargo, entre los 2 mil menores internados con información médica detallada, apenas el 53% presentaba condiciones subyacentes como asma o sobrepeso, lo que indica que incluso niños saludables están en riesgo.
El informe de los CDC no especifica cuántos de los niños fallecidos estaban vacunados contra la gripe. Además, la agencia no ha ofrecido declaraciones oficiales sobre el curso de la actual temporada.
Este año se ha detectado una mezcla inusual de cepas de gripe, incluyendo los subtipos A H1N1 y H3N2. A pesar de esta variabilidad, los datos muestran que las vacunas han ayudado a reducir los casos más graves. Por ello, los CDC mantienen la recomendación de que todas las personas mayores de seis meses se vacunen anualmente contra la gripe.
La caída en las tasas de vacunación infantil también responde a factores sociopolíticos. La propagación de desinformación en redes sociales y el debate público generado por las vacunas contra el COVID-19 han contribuido al escepticismo. Figuras como Robert F. Kennedy Jr. han amplificado mensajes antivacunas, lo cual, según expertos, ha tenido un impacto negativo en la salud pública.
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