Puebla
Casi 700 mil habitantes del estado cayeron en pobreza y pobreza extrema en la pandemia, de acuerdo al Coneval.
Por Iván Rivera y Osvaldo Valencia
Los demoledores efectos de la pandemia por Covid-19, solo en su primera y segunda fase, en las condiciones de pobreza han quedado al descubierto: De 2018 a 2020, 319 mil 400 poblanos cayeron en pobreza extrema y otros 380 mil 300 son pobres, lo que llevó a la entidad a los lugares tres y seis a nivel nacional, respectivamente, con los efectos más graves. El problema se radicaliza cuando se habla de pobreza alimentaria y de ingresos de las personas.
En el primer caso hay 454 mil 900 poblanos que diariamente no pueden satisfacer sus necesidad de una alimentación de calidad y nutritiva. Pero, a eso hay que añadir a otras 586 mil 300 personas cuyos hogares tienen ingresos entre mil 299.30 y mil 702.28 pesos, lo cual les hace imposible adquirir lo indispensable para tener una nutrición adecuada.
En el caso de los poblanos que no cuentan con los recursos monetarios suficientes para adquirir los bienes y servicios (entre 2 mil 520.16 y 3 mil 559.88 pesos) para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias, se estima que creció en 468 mil 200 personas. La pandemia, además, golpeó otros derechos sociales de los poblanos.
El rezago educativo se disparó a 154 mil 100 personas, es decir, 1.8 por ciento más respecto a 2018. Esto llevó a Puebla a ser el segundo estado con mayor incremento. Un caso especial merece el indicador de personas con accesos a servicios de salud. Allí, quedó a la vista el fracaso del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi) pues no logró mantener la atención que ofrecía el Seguro Popular, que en 2018 sólo dejaba fuera a 650 mil 700 personas.
Dos años después, el número se incrementó en un millón 538 mil 900 ciudadanos, una diferencia de 938 mil 200, equivalente a 12.6 puntos.
El acceso a la seguridad social, que influye directamente en los indicadores de empleo, también sufrió una disminución de 10 mil 700 asegurados. Lo que sí tuvo un impacto positivo fueron las acciones para combatir las carencias en la calidad y espacios de la vivienda, así como al acceso de servicios básicos para los hogares, los cuales reportaron disminuciones 1.3 y 0.3 puntos, lo que ubicó a Puebla en los sitios séptimo y tercero nacionales. Todo lo anterior es la conclusión del estudio Medición multidimensional de la pobreza en México 2018-2020, elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval).
LAS CARENCIAS
Del documento también se desprende que de 2018 a 2020, incrementó 2.4 por ciento el número de personas que sufrieron al menos una carencia social, es decir, alrededor de 126 mil poblanos más en los últimos tres años. Esto se replica cuando hablamos de personas que han sufrido más de tres carencias sociales pues, 435 mil 300 poblanos más han sufrido la privación de algún tipo de acceso a servicios básicos de educación, salud, alimentación o vivienda.
En cuanto a la población con un ingreso inferior a la línea de pobreza, éste aumentó 11.23 por ciento para el cierre de 2020, es decir, 468 mil 200 personas disminuyeron su ingreso promedio mensual. Por otro lado, el porcentaje de la población con un ingreso inferior a la línea de pobreza extrema pasó de 16.8 a 22.6 por ciento, es decir, de 1 millón 151 mil personas en 2018, para 2020, incrementó a 1 millón 737 mil poblanos en pobreza extrema que disminuyeron aún más sus ingresos.
REZAGO EDUCATIVO Y ALIMENTACIÓN
El Coneval concluyó que en ocho entidades se registró un cambio estadísticamente significativo en cuanto a rezago educativo y carencia alimentaria: Quintana Roo, Baja California Sur, Tlaxcala, Estado de México, Yucatán, Querétaro, Nuevo León y Puebla.
En Puebla, el rezago educativo pasó de 21.3 a 23.2 por ciento de 2018 a 2020, siendo la segunda entidad con el aumento más exponencial, seguido de Sonora, Veracruz, Chiapas y Zacatecas.
El número de personas que no pudieron tener acceso a estudios pasó de 1 millón 380 mil a 1 millón 534 mil poblanos, esto relacionado intrínsecamente con la deserción escolar a causa de la pandemia. Por otro lado, Puebla también registró cambios significativos en cuanto a la carencia alimentaria. Sólo después de Quintana Roo y Tlaxcala, el estado tuvo el mayor incremento nacional con rezago a este derecho universal. De 24.5 por ciento en 2018, el rezago alimentario incrementó a 30.8 por ciento, siendo que hace tres años eran 1 millón 586 mil personas sin acceso a la canasta básica y con los estragos de la pandemia la cifra incrementó a 2 millones 041 personas.
MÁS POBREZA
El reporte arrojó que Puebla y otros siete estados reportaron incremento de la pobreza, siendo Quintana Roo, Baja California Sur, Tlaxcala, Estado de México, Yucatán, Querétaro y Nueva León, las que acompañan a la entidad poblana en este listado.
La población en situación de pobreza que había en 2018 en la entidad poblana pasó de 58 a 62.4 por ciento para el cierre de 2020, siendo que 3 mil 756 millones de personas en la entidad se encontraban en esta condición y esta cifra incrementó a 4 millones 136 mil. La pobreza extrema es otro caso aún más alarmante en todo el país pues, 12 entidades registraron cambios significativos: Quintana Roo, Tlaxcala, Yucatán, Puebla, Estado de México, Ciudad de México, Morelos, Baja California Sur, Aguascalientes, Nuevo León, Querétaro y Coahuila.
En el caso de Puebla, al posicionarse en el sexto peldaño nacional con el mayor incremento, sólo después de Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Veracruz y Tabasco, incrementó de 8.1 a 12.7 por ciento el número de personas que se encontraban en dicha condición. Para este caso, el número de personas pasó de 524 mil a 844 mil en 2020.
En contraste con las cifras de pobreza y carencia de servicios, el reporte del Coneval indica que únicamente 808 mil personas en Puebla no se encuentran en situación de pobreza o vulnerabilidad. Sin embargo, la población en esta condición también fue a la baja: en 2018, la población no pobre era de 872 mil habitantes, no obstante, para el primer año de la pandemia bajó 7.33 por ciento.