En el Hospital de La Margarita sucede algo más que atención médica. Una mafia de trabajadores se ha dedicado a estafar al menos a 70 sindicalizados con préstamos en efectivo desde hace 7 años.
Una víctima de los agiotistas pidió hace cinco años un préstamo de 6 mil pesos en dos partes, sin embargo en la desesperación de conseguir el dinero rápidamente cometió un error imperdonable, firmó pagarés en blanco. Después de varios meses, solventó el préstamo con intereses pero vendría la pesadilla: El mal uso de su firma.
¿Por qué firmó un pagaré en blanco? le pregunté a mi entrevistado y su respuesta fue “confié en mi compañero, lo conozco desde hace mucho tiempo y no pensé que fuera a jugarme chueco”.
Cuando el trabajador del IMSS pensó que la deuda había sido saldada, una señora de nombre “Teté” comenzó a hostigarlo, diciendo que el préstamo estaba vigente y ahora era de 75 mil 300 pesos.
Las amenazas fueron constantes e inclusive esta persona recibió en su centro de trabajo la denuncia. No había vuelta atrás ni posibilidad de negociación, tendría que pagar a plazos una cantidad que nunca solicitó pero que aceptó el día en que plasmó su firma en un documento vacío.
El abuso es tan grande que algunos trabajadores han perdido su pensión con tal de cerrar una deuda no adquirida. Uno de los responsables de las múltiples estafas trabaja en el área de ropa del IMSS de la Margarita y su esposa y hermana también tienen plaza sindical.
A la pregunta de por qué no hay denuncias formales por parte de los afectados o al menos hacerlo público, es por temor a perder su trabajo, ya que una política no escrita dentro del sindicato del IMSS, es que si un empleado sindicalizado acusa a otro, en automático sería la rescisión de contrato.
Valdría la pena que la organización sindical revise a este grupo de prestamistas que funciona al margen de la ley y que coincidentemente sus demandas terminan en el juzgado noveno. Esta cloaca no puede quedarse abierta, apesta a corrupción.
También sería importante que el Instituto Mexicano del Seguro Social erradique estas prácticas abusivas porque los buitres terminan ensuciando el prestigio del organismo.