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AFP
El turismo francés "va bien" y se beneficia de una "maniobra de evasión" del Estados Unidos de Donald Trump por parte de algunos turistas, especialmente japoneses y canadienses, afirmó el lunes la ministra de Turismo, Nathalie Delattre, durante una visita de dos días a Córcega.
El ministro saludó la llegada de "turistas emergentes", especialmente de Brasil, y de "turistas que intentan evitar Estados Unidos".
Asegurando que "los turistas estadounidenses son importantes para Francia", porque representan "el 5% de los turistas, pero el 10% de los ingresos", dijo que ve "un 30% más de turistas canadienses y japoneses llegando, porque hoy no quieren visitar los Estados Unidos de Trump".
"Están esperando la próxima visita de Trump a Estados Unidos y estamos muy contentos porque, efectivamente, somos el país anfitrión de varios países y podremos ofrecerles la hospitalidad francesa", declaró el lunes durante una rueda de prensa en la ciudadela de Ajaccio.
Asegurando que "las reservas de verano son muy buenas", la Sra. Delattre estimó que Francia "podría aspirar a batir otro récord en 2025, aunque no tengamos grandes eventos", tras los 100 millones de visitantes de 2024, año olímpico, una cifra récord que representa un aumento del 12% con respecto a 2023.
El ministro elogió la "economía del turismo, que sostiene en gran medida la economía francesa" al representar "el 8% de nuestra riqueza nacional", "15.000 millones en nuestra balanza comercial" y "dos millones de empleos".
Al describir Córcega como un "territorio joya de nuestros sitios turísticos", indicó que la isla mediterránea recibió "más de tres millones de visitantes" con "3.400 millones de euros de ingresos", destacando que esta "riqueza aportada a este territorio" fue "cinco veces superior a la nacional", prueba de "la importancia del turismo" para la Isla de la Belleza.
En la isla pretende "fomentar el enoturismo", "muy demandado por todos nuestros turistas extranjeros". El descubrimiento de regiones vinícolas ha experimentado "un crecimiento del 20% en los últimos ocho años con 12 millones de enoturistas" al año en Francia.
"Debemos ser agresivos en nuestras actividades comerciales", insistió el ministro, asegurando que Francia tendrá que "aguantar fuerte para seguir siendo el primer destino mundial".
Entre los "retos a afrontar" destacó la falta de trabajadores temporeros, los conflictos de uso entre vivienda permanente y temporera y la búsqueda de inversores en tiempos de "austeridad presupuestaria".
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