Pierde sempiterno líder local de electricistas bastiones en seis secciones del SUTERM

Por Iván Rivera

Un conflicto de intereses. Un velado nepotismo. Esa es la razón por la que Víctor Manuel Carreto Fernández de Lara puso en riesgo sus más de 40 años de control y cacicazgo en la Sección 92 del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM).

Sin embargo, a juzgar por las formas e instancias involucradas, todo indica que se trata de un movimiento por parte de la dirigencia nacional para dar lo santos óleos a uno de sus líderes que desde 1976 asumió el control del sindicato en la región Centro-Oriente -que incluye los estados de Puebla, Hidalgo y Tlaxcala- pero cuyo poderío lo llevó a ser la cabeza sindical de seis secciones sindicales distribuidas en esas entidades.

La historia es sencilla: A finales de junio de este año, la Comisión de Justicia del Comité Ejecutivo Nacional del SUTERM anunció la destitución de su hijo, Víctor Manuel Carreto Pacheco como secretario del Trabajo de la Sección 92, cargo al que llegó en 1994 y que en noviembre de 2020 extendió por siete años más.

La noticia provocó una implosión al interior del sindicato. La respuesta a la medida, entonces, corrió por dos vías: El defenestrado inició un juicio de amparo para echar abajo el resolutivo y comenzó a litigar su caso ante los medios de comunicación; mientras que su padre Víctor Manuel Carretero Fernández de Lara, coordinador regional de la Sección 92 y secretario de Gestión Industrial en el CEN del SUTERM, retrasó hacer válida la notificación de la destitución de su vástago.

Lo que ambos no esperaban era la emisión de circular signada por el dirigente nacional Víctor Fuentes del Villar, el pasado 2 de septiembre, en la que anunció la destitución de Carreto Fernández de Lara y la unción, como encargados del despacho, de Víctor Manuel García Trujeque y Nereo Var gas Vázquez. No se trató de cualquier movimiento.

En los hechos, el jefe del clan Carreto perdía el control de las secciones 67, 92, 110, 114, 125 y 146 que abarca los estados Hidalgo, Puebla, Tlaxcala y una parte de Veracruz.

Ante el sorpresivo movimiento, el sempiterno líder poblano inició el amparo 1246/2021 ante el Juzgado Octavo de Distrito, el cual emitió este miércoles 8 de septiembre una suspensión definitiva para protegerlo únicamente ante actos de “atemorizar, intimidar, hostigar, denigrar”, “tratos crueles, inhumanos y degradantes” y “el impedimento para acceder a las instituciones sindicales” que había instruido el líder nacional del SUTERM.

No obstante, los emisarios del dirigente poblano difundieron la versión de que la justicia federal había fallado a su favor para mantenerlo como Coordinador Regional. Más tardaron los simpatizantes de Carreto Fernández de Lara en difundir su versión, en que el propio Fernández del Villar diera a conocer un comunicado para desmentir la especie y reiterar que tanto Trujeque García como Vargas Velázquez se mantienen firmes como encargados de despacho en la coordinación.

ARRECIA PUGNA

El 8 de septiembre no fue un día fácil para la familia Carreto.

El hijo difundió en sus redes sociales que los encargados del despacho intentaban entrar por la fuerza a las oficinas de la Sección 92, que se encuentran dentro del edificio de la División Centro Oriente de la Comisión Federal de Electricidad, lo cual derivó que el director del organismo Julio César Reyes de la Fuente, ordenara la portación obligatoria del gafete de trabajador para poder ingresar a la instalaciones a partir del 13 de septiembre.

El control por la Coordinación Regional llegó a tal grado que, Carreto padre e hijo son acusados por la dirigencia nacional por obstaculizar el acceso a las oficinas a los nuevos encargados de despacho, haciendo uso de presuntas amenazas y actos de intimidación contra los sindicalizados para ser usados contra su voluntad como peones en la revuelta por el control del sindicato.

En tanto, la dirigencia nacional del SUTERM busca reincorporar a Carreto Pacheco a su puesto de origen como un simple trabajador del sindicato, luego de ostentar durante 27 años uno de los cargos más importantes dentro de la sección 92 y haberse perfilado para heredar la Secretaría General de la misma tras el retiro de su padre, de 80 años de edad.