Puebla
Por: Ignacio Juárez Galindo
El Diario Oficial de la Federación sorprendió, una vez más, a todos. La noticia dada a conocer fue la instrucción del presidente de la República para que la “fuerza armada”, es decir, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina Armada de México, participe “de manera extraordinaria” para acompañar a la Guardia Nacional en sus “funciones de seguridad pública”. ¿Por cuánto tiempo? Cinco años, es decir, hasta el 2024; es decir, hasta el final del sexenio.
Los focos rojos se prendieron y la noticia corrió como pólvora encendida. El decreto, cabe decirlo, generó más dudas que certezas. La principal pregunta: ¿Qué hay detrás de la decisión del jefe del Ejecutivo federal?
Para Mauricio Saldaña Rodríguez, especialista en temas de seguridad y una rebosante obra publicada que ronda en los 30 libros sobre el tema y análisis político, la razón es multifacética, pero parte de un hecho: “La Guardia Nacional está haciendo agua y la contingencia pandémica está cerrando la pinza”
A esto hay que sumar que los militares serán policías, que no hay dinero para soportar la carga presupuestal que representa la Guardia Nacional; que confirma lo que siempre se supo: que esta nueva corporación está subsidiada por el Ejército y la Marina; que es un parche a una política condenada al fracaso, entre otros.
DINERO, DINERO, DINERO
En entrevista Mauricio Saldaña, quien acaba de publicar Cartels, clans and gangs, explica que el uso de las fuerzas armadas como policías tiene varias razones de fondo. El primero y más evidente es que no hay dinero para sustentar la vida de la Guardia Nacional.
En el Presupuesto de Egresos de la Federación 2020, abunda, se etiquetaron mil 242 millones de pesos en el rubro de Servicios Personales para la Guardia Nacional, si se divide esa cantidad entre los 19 mil pesos mensuales que en el papel gana un elemento, alcanza para 5 mil 448 integrantes.
“En el Analítico de Plazas y Remuneraciones, no hay una sola plaza para Guardia Nacional en la Segob, la SSPC, la Sedena ni Marina Armada. Lo anterior confirma que la Sedena y Marina Armada están comisionando miles de elementos para que alimenten a la Guardia Nacional y ésta solo tiene como integrantes netos a los cuadros de la Policía Federal”.
Y agrega: “Habrá que suponer que el cálculo oficial es que la mayor parte del Estado de Fuerza de la Policía Federal acepte irse a la Guardia Nacional: algo así como 37 mil elementos, de los que habrá que descontar a los que no están trabajando en la calle -por ejemplo, Inteligencia y Policía Cibernética-. En el discurso oficial, se dice que en 2020 existen 56 mil efectivos en la Guardia Nacional, pero el presupuesto lo desmiente: si hay dinero para pagar a 5 mil 448, entonces hay 51 mil elementos que cobran su quincena en otro lado”.
El autor de Las naciones contra el crimen organizado puntualizó que esos 51 mil integrantes forman parte de la Policía Federal, la Sedena y la Marina Armada, lo que significa que “la Guardia Nacional está subsidiada por las Fuerzas Armadas”.
“Lo anterior señala un rumbo catastrófico si la Sedena y la Marina Armada comisionaron a sus elementos y están financiando a la Guardia Nacional: si el dinero disponible para 5 mil 448 integrantes es para nuevos cuadros en 2020, habría que considerar al menos 25 mil aspirantes para hacer el proceso de selección.
“Si se sigue la misma lógica de filtro para selección -uno de cada cinco aspirantes entrará a trabajar a la corporación- habrá que suponer que, en el lapso que dijo Alfonso Durazo para llegar a 50 mil elementos más en 2022, habrá que convencer a 250 mil personas que ingresen al concurso.
"Así cada año -incluyendo 2020-, la Federación tendrá que hacerse de 83 mil 333 aspirantes para lograr la meta.
Esa cantidad supone mil 602 baterías de control de confianza, cada semana.
Y, si se lograra la meta de obtener suficientes cadetes, por cada año se deberá enviar a la Academia, 16 mil 666 ‘alumnos’ que, apretándolos en grupos de 50, habría que establecer 333 grupos.
“Suena difícil que la Secretaría de Seguridad Pública que dirige Alfonso Durazo tenga capacidad académica para atender 333 grupos de 50 alumnos. Esa tarea solamente podría darse con la intervención de la Sedena y Marina Armada”.
A decir de Saldaña Rodríguez, “este es el panorama de un proyecto que ni siquiera tiene viabilidad financiera, ya no se diga humana para poder alcanzar la meta de 50 mil elementos en tres años”.
Y remata: “En otras palabras, la Guardia Nacional está haciendo agua y la contingencia pandémica está cerrando la pinza; por ello, las fuerzas armadas tomarán las calles. Es un indicio más de la incapacidad del secretario Durazo y que es complicado gobernar por ocurrencias, no por profesionales”.
¿Y LOS CIUDADANOS?
Hay un tema adicional más allá del dinero y la política que está ligado al día a día de los ciudadanos.
Mauricio Saldaña sostiene: “Enviar a los militares a la calle conlleva, por lo menos, cinco problemas:
“1.- No tienen -ni tienen porque tenerla- formación como policías, por lo que su actuar en las calles es completamente distinto a la de los policías, lo que puede producir enormes conflictos.
“2.- ¿Quién tiene el mando? Ellos (los militares) dependen de su cadena de mando, pero los policías tienen otra muy distinta. Y esto generará notorios problemas de coordinación.
“3.-Las Fuerzas Armadas serán vigiladas permanentemente por la delincuencia organizada. Con la infiltración existente en las corporaciones policiacas, ésta será una conducta normal y predecible en todas las entidades federativas.
“4.-Habrá serios problemas en el marco del modelo penal acusatorio: ¿Los militares pueden aprehender personas por sí solos? ¿Esa clase de aprehensiones está jurídicamente avalada? O, como ya ha ocurrido en docenas de ocasiones, un abogado competente puede sacar de prisión a su cliente porque fue detenido por militares que no tenían la capacidad técnica y jurídica para ello.
“5.- ¿Quiénes tendrán el control en los operativos? ¿Quién tendrá el control en el diseño de los mismos? En un operativo, ¿quién tiene el control real específicamente si el trabajo involucra a la propia Guardia Nacional?”.
Así pues, el Diario Oficial de la Federación sorprendió, una vez más, a todos.