La superestrella del boxeo mexicano Saúl 'Canelo' Álvarez volvió a unir los cuatro cinturones mundiales del peso supermediano al vencer por puntos al cubano William Scull el domingo en Riad, Arabia Saudita.
Al final de un combate decepcionante, Canelo recuperó de manos de Scull el cinturón de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
Había renunciado a él el año pasado cuando se negó a enfrentar al cubano, el retador oficial, y prefirió chocar con el puertorriqueño Édgar Berlanga, a quien venció en septiembre en Las Vegas.
El mexicano de 34 años ya era poseedor de los cinturones del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), el de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Los tres jueces dieron la victoria a Canelo, que mejoró su récord a 63-2-2 con 39 'knockouts', en un combate en el que se intercambiaron pocos golpes.
Scull, que sufrió a los 32 años su primera derrota (23-1), se mostró especialmente escurridizo, con un efectivo juego de pies pero incapaz de contraatacar.
"No me gusta boxear con ese tipo de tipos, sólo vienen a sobrevivir. Un boxeador que no intenta ganar, que sólo quiere sobrevivir, odio ese tipo de boxeador", refunfuñó Canelo en el ring tras el combate.
La superestrella mexicana, que mantuvo el centro del cuadrilátero, logró asestar principalmente golpes al cuerpo, pero se frustró a medida que avanzaba el combate.
Ahora tiene una cita con el campeón estadounidense del peso superwelter, Terence Crawford, para un combate que se celebrará en Las Vegas el 12 de septiembre.
"Crawford es uno de los mejores, va a ser un placer", añadió el mexicano.
La pelea de este fin de semana marcó la primera vez que Canelo peleaba fuera de Norteamérica en sus casi veinte años de carrera profesional.
Los boxeadores subieron al cuadrilátero bien entrada la mañana del domingo en Riad para coincidir con las festividades del fin de semana del Cinco de Mayo en Estados Unidos y México.
En los últimos años, el reino ha estado invirtiendo dinero en eventos de boxeo como parte del empuje de Arabia Saudita en el mundo del deporte, financiado con petróleo, que ha provocado acusaciones de "lavado deportivo" (sportswashing) por su dudoso historial de derechos humanos.
Junto con la Fórmula Uno, el circuito de golf LIV y la atracción de varias estrellas del balompié de edad avanzada a su liga nacional, la estrategia de Riad alcanzó su punto álgido el año pasado, cuando Arabia Saudita fue designada sede del Mundial de fútbol de 2034.
Álvarez firmó en febrero un acuerdo de cuatro combates con la promoción saudí Riyadh Seasons, lo que lo convirtió en el último de una creciente lista de boxeadores que acuden al reino en busca de mega-pagos.
Con información de AFP
Imagen: AFP