Una bebé de tres semanas de edad falleció por hipotermia en un campamento de refugiados en Gaza, siendo la tercera víctima mortal por frío en los últimos días, según informaron los médicos. Las muertes resaltan las deplorables condiciones en las que viven cientos de miles de palestinos, que se han refugiado en tiendas de campaña improvisadas tras huir de los bombardeos y las ofensivas israelíes.
El conflicto entre Israel y Hamás ha causado la muerte de más de 45,000 palestinos, más de la mitad de ellos mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre combatientes y civiles. La ofensiva ha provocado una destrucción generalizada y ha desplazado a aproximadamente el 90% de los 2,3 millones de habitantes de Gaza, muchos de los cuales han sido desplazados varias veces.
Cientos de miles se encuentran apiñados en campamentos de tiendas a lo largo de la costa, enfrentando el frío y la humedad del invierno. Los grupos de ayuda han tenido dificultades para entregar alimentos y suministros, y reportan escasez de mantas, ropa de abrigo y madera para encender fuego.
Israel ha incrementado la cantidad de ayuda permitida en el territorio, alcanzando un promedio de 130 camiones al día este mes, en comparación con unos 70 diarios en octubre y noviembre. Sin embargo, la cantidad sigue siendo insuficiente, y la ONU informa que no puede distribuir más de la mitad de la ayuda debido a restricciones impuestas por las fuerzas israelíes y a la ilegalidad y robo de camiones.
El padre de la bebé fallecida, Mahmoud al-Faseeh, intentó mantenerla caliente envolviéndola en una manta en su tienda en el área de Muwasi, cerca de Jan Yunis. La tienda no estaba sellada contra el viento, y el suelo estaba frío, con temperaturas nocturnas que descendieron a nueve grados Celsius. La bebé despertó llorando tres veces durante la noche y por la mañana la encontraron sin respuesta, con el cuerpo rígido. Fue llevada rápidamente a un hospital de campaña, donde los médicos intentaron reanimarla, pero sus pulmones ya se habían deteriorado.
Mientras tanto, las negociaciones para un alto el fuego parecen complicarse, con Israel y Hamás intercambiando acusaciones de obstaculizar un acuerdo. Ambas partes han expresado optimismo hacia un acuerdo que traería a casa a docenas de rehenes retenidos en Gaza, pero persisten diferencias sobre el intercambio de rehenes por prisioneros palestinos y la retirada de tropas israelíes de Gaza. El gobierno de Israel acusa a Hamás de violar los entendimientos previamente alcanzados, mientras que Hamás acusa a Israel de introducir nuevas condiciones relacionadas con la retirada de Gaza, los prisioneros y el retorno de las personas desplazadas, lo que está retrasando el acuerdo. Ambas partes afirman que las discusiones están en curso.