Por Guadalupe Juárez
A dos años del feminicidio de Cecilia Monzón, la acera frente a Casa Aguayo se llenó de girasoles, la flor favorita de la activista, como una forma de exigencia de justicia para hacer ruido, “el ruido incómodo que salvó muchas vidas de mujeres”.
Activistas, la mayoría amigas o víctimas que fueron defendidas por la abogada feminista, se plantaron para señalar a Javier N., como el feminicida de Cecilia, y recordar que además de su agresor, fue aspirante a la gubernatura en 2010.
Guedany Figueiras, integrante de Por las mujeres de Puebla, dijo que Cecilia siempre hablaba en voz alta y luchaba contra la violencia machista, acompañaba a mujeres víctimas de esa violencia que ella vivía, lo cual –afirmó– incomodaba a su feminicida.
“Por este acto tan atroz y que apagó la vida de Cecilia Monzón injustamente, nosotras no olvidamos, somos nosotras las que tomamos las calles para exigir justicia”, dijo.
La activista pidió que las autoridades hagan su trabajo, ya que aunque al igual que Cecilia, las mujeres al denunciar la omisión y violencia institucional “nos matan”.
Las amigas y conocidas de la activista reiteraron que las autoridades son responsables del feminicidio de Cecilia Monzón y recordaron que el Estado le sigue negando la justicia a las mujeres y la activista.
Cecilia Monzón fue asesinada el 21 de mayo de 2022 cuando conducía su camioneta y fue ultimada por dos sujetos, que de acuerdo con la Fiscalía General del Estado fueron enviados por su ex pareja Javier N, a quien había denunciado en vida por violencia familiar.
Javier N. sigue en la cárcel y su defensa ha buscado retrasar los juicios tanto de violencia familiar como de feminicidio, con diversos amparos, lo cual la familia de Cecilia ha señalado es una manera para buscar su libertad tras cumplir dos años en prisión preventiva.