It´s beautiful life

L a vida es disfrute… no un disfrute que te dan las cosas materiales. Vivimos en un mundo donde constantemente nos bombardean con felicidades efímeras… una sociedad que intenta llenar vacíos internos a través de la compra.

Nos dicen los comerciales, las redes sociales, los Influencers y YouTubers, los “amigos” e incluso la misma familia, que para ser feliz tenemos que TENER MÁS. Más de todo… más ropa, un mejor carro, más viajes, una casa más grande, un mejor cuerpo, bolsas y zapatos de marca, un mejor celular, comida de restaurantes caros, amigos de “buenas familias” … y buscamos desesperadamente que la “colectividad” nos reconozca, que se de cuenta que estamos a la altura de esas expectativas sociales.

Buscamos una acumulación de objetos que terminamos sin usar, pero al momento que los compramos nos genera un rush de felicidad… efímera por supuesto.

El lema social en el cual vivimos actualmente es: “Mientras más dinero “demuestro” tener A LOS DEMÁS, MÁS valgo como persona”, ¿te hace sentido? Y si esto fuera cierto ¿Porqué vivimos en una sociedad donde cada vez la gente padece más ansiedad, más estrés, más enojo acumulado, mayor frustración? Esa sería la síntesis, el pensamiento constante que todos hemos experimentado alguna vez, o constantemente, según sea el caso: poner nuestra atención en lo que NO TENEMOS, persiguiendo una “felicidad” que se va como arena entre los dedos.

Es una felicidad transitoria, que no tiene duración, porque es de la piel hacia afuera. Es una “felicidad” que intentamos obtener del exterior, del ambiente en el que vivimos. Una felicidad ilusoria, traicionera y mentirosa, porque mientras más buscamos afuera, más vacíos internos tenemos.

Es una felicidad de negación, de no reconocer lo que tenemos, que nos hace sentir insuficientes, poco valiosos, malos padres si no cubrimos las exigencias materiales de nuestros hijos… Queremos darles todo lo que quizás nosotros no tuvimos de pequeños y que de alguna forma entren a esta competencia social que refuerza su “sentido de pertenencia”. La vida es hermosa, la felicidad está dentro de cada uno por muy trillado que esto suene. La felicidad es observar, poner TU atención en lo que HOY TIENES, en ESTE MOMENTO. Es despertarte y agradecerTE… pues el agradecimiento para mi es el valor más grande. Una persona agradecida ELIGE ver lo que SÍ TIENE, se da cuenta de la belleza que hay en las cosas sencillas de la vida… observa y agradece la salud de sus familiares, la sonrisa de la gente que ama, las palabras de afecto que recibe, todo lo que tiene, lo que existe en su realidad, lo que lo que le está pasando en su día a día… Aún si son “problemas”, porque en todo problema hay una oportunidad de crecimiento, de sorpresa, de liberación del EGO, de aceptación, de amor… De agradecimiento.

La vida es hermosa cuando ELEGIMOS no ser una víctima y dejamos de culpar al exterior por todo lo que nos pasa. La vida es hermosa cuando servimos al otro sin condicionarle nada, cuando nos comprometemos con nuestra gente y con nosotros mismos, cuando confiamos en ella. La vida es hermosa cuando NOS DAMOS CUENTA que siempre nos da lo que necesitamos para ser felices, pero esto será cuando TÚ así lo DECIDAS, ¿quieres ser feliz? Sólo OBSERVA.