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Volkswagen Amarok 2025, un nuevo comienzo

Volkswagen Amarok 2025, un nuevo comienzo

Columnas jueves 19 de septiembre de 2024 - 18:42

Son cerca de las 18 horas y atrás se han quedado más de 200 kilómetros de asfalto de la autopista México-Querétaro. Estamos por concluir la prueba de manejo a la que la firma alemana nos convocó para conocer la más reciente ejecución de su pick up mediana y ya podemos adelantar con satisfacción que de la anterior Amarok no ha quedado más que el nombre.


No nos malinterpretes. No es que la anterior, aquella que debutó en 2010, fuera mala ni nada parecido, de hecho se comercializaron más de 830 mil unidades a escala internacional y casi 23 mil en nuestro mercado de la primera generación, pero el nivel de sofisticación que ha alcanzado esta segunda entrega la eclipsa por completo en todos los aspectos: calidad de marcha, confort, manejabilidad, diseño, seguridad, etcétera.

Aquellas sensaciones de ser una camioneta pesada han desaparecido por completo y buena parte de ello tiene que ver con lo que hay debajo de su nueva carrocería. Para su desarrollo, Volkswagen recurrió a Ford para tomar prestado su chasis T6.2, una versión revisada de la T6, que utiliza en la Ranger y en la Everest, y de esta forma dar sustento a la nueva Amarok, así como algunas motorizaciones, pero no hay que confundirse: su bien el sistema óseo y los propulsores son comunes para ambas camionetas, todo lo demás es desarrollo propio.

“La alianza que se hizo con Ford no fue que la firma del óvalo azul hiciera una pick up y que Volkswagen llegara al final a poner únicamente el logo, por decirlo de una forma. Fue una alianza que se hizo inicialmente planeada, pero todo el tema de suspensión y dirección fue desarrollo de cada marca, así como la puesta a punto de los motores.

“Por eso es que el manejo es completamente distinto en cada una; es más, los equipos de diseño de cada marca no tuvieron conocimiento del desarrollo de cada camioneta hasta el final de cada proyecto”, comentó Carlos Culebro, director de Volkswagen vehículos comerciales en México, de modo que la única relación que existe entre la Ranger de Ford y la Amarok de Volkswagen no es más que la de un par de primas lejanas.

Profundizando un poco más en el chasis, en la Amarok encontramos un rediseño de la suspensión del eje trasero, en donde los amortiguadores ahora se anclan al exterior del bastidos, lo que mejora el control de todo el eje trasero. Además, las ruedas se desplazaron dos pulgadas al frente y atrás, así como dos pulgadas a lo ancho, no sólo para incrementar la estabilidad de todo el conjunto sino que, además, se genera un poco más de espacio para instalar un tren motriz híbrido, en caso de que Volkswagen decida dar ese paso con la Amarok.

En otras palabras, es una camioneta que, a pesar de tener un centro de gravedad elevado, dadas sus características de pick up, se percibe bien aterrizada, sobre todo a velocidades altas, y sin esos brincos exagerados en el eje trasero que en otras camionetas de similares dimensiones se perciben. El confort está aderezado con asientos más ergonómicos, una postura de manejo relajada y una altura que permite ver todo con claridad a través del parabrisas.

Luego está el tema del motor, que le otorga una agilidad que es digna de destacar. Bajo el cofre de la variante Aventura que tuvimos entre manos, se encuentra un propulsor de cuatro cilindros de 2.0 litros twin turbo diesel, que genera 206 caballos de fuerza y 368 libras-pie de torque, que llegan a las cuatro ruedas gracias al sistema de tracción 4Motion, que integra caja reductora y bloque de diferencial, administradas por una transmisión automática de 10 velocidades.

Si bien el hecho de ser un propulsor sobrealimentado por dos compresores mejora notablemente su respuesta al toque del acelerador, lo cierto es que este propulsor no podría dar lo mejor de sí si no fuera por la gestión de la transmisión, pues engrana la marcha adecuada con rapidez para mantener al motor descansado a velocidades constantes o enérgico cuando se trata, por ejemplo, de realizar una maniobra de rebase, sin duda un matrimonio envidiable.

Por su puesto que existen otras ofertas mecánicas en función de la versión, como el cuatro cilindros de 2.0 litros a diesel con un único compresor, que entrega 170 caballos de fuerza y 298 libras-pie de torque, así como un bloque de cuatro cilindros de 2.3 litros a gasolina, que entrega 296 hp y 333 libras-pie de empuje.

“No buscamos abaratar a la nueva Amarok como sucede con las pick ups de gama flotillera y media, buscamos ofrecer un producto que tenga tecnología, buen equipamiento y colocarla a partir de la gama media-alta y premium”, concluyó Carlos Culebro.

Eso es algo que se percibe en el habitáculo, pues deja claro que la Amarok no persigue tanto un uso utilitario, sino más bien un enfoque de doble propósito, es decir, también como un vehículo personal, de ahí que, a lo largo de sus distintas versiones, encontraremos un panel de instrumentos digital de 12.3 pulgadas, un sistema de infotenimiento con pantalla vertical de 12 pulgadas, cargador inalámbrico, asientos delanteros con ajuste eléctrico, cámara de 360º, múltiples asistencias de conducción y sonido Harman Kardon, entre otros elementos.

La nueva Amarok 2025 está disponible en nuestro mercado en cuatro versiones: Life ($875,577 gasolina y $885,577 diesel) Style ($946,577 gasolina; $956,577 turbo diesel y $996,577 twin turbo diesel) Panamerica ($1,046,577 twin turbo diesel) y Aventura ($1,102,577 twin turbo diesel).

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/CR

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