Tiraditos

Puebla miércoles 24 de junio de 2020 - 22:30

NI A QUIÉN IRLE

•A 347 días de que se realice la elección intermedia no hay ninguna certeza de nada. Hasta el momento, sólo Morena y el PAN han dado signos de vida interna, pero en ambos casos se trata de una rebatiña entre las diferentes corrientes que ahí coexisten. El fenómeno de perredización está flagelando la frágil estabilidad y futuro de los dos institutos. Del lado de Morena, no hay siquiera un líder definido -Alfonso Ramírez Cuéllar es sólo provisional- y las tribus están enfrentadas a muerte. Es tal el caso, que ni AMLO puede poner orden ahí adentro y cada día queda claro que es un simple espectador de un partido que formó por puro pragmatismo. Al final su ideología no cambiará: el partido es él y el triunfo es él. Respecto a Acción Nacional, Marko Cortés Mendoza no cuenta con el respaldo suficiente para tener gobernabilidad en el partido, está parado en la dirigencia con alfileres y es presa de su propia debilidad. Estos son los dos partidos que, hasta el momento, están llamado a enfrentarse a un cara a cara en 2021. ¿El resto? Interesado en ver con quien se pega para no desaparecer y lucrar.

EL TIGRE LO ECHÓ A PERDER

•Semanas antes de la pandemia, al interior del PAN se sentó una mesa de negociación que abría la posibilidad de un acomodo que beneficiara a todas las corrientes. Luego, vino el Covid-19 y retrasó todo. Pero, Humberto Aguilar Coronado aprovechó su cercanía con Marko Cortés para tejer su propia estrategia y lo consiguió. Anote usted al Tigre como el primero en la lista de plurinominales a diputados federales. Lo que ahora queda claro al interior del PAN es que para lograrlo tuvo que pasar por encima de sus aliados -yunquistas y morenovallistas, denominados los Indignos-, quienes se encuentran en una difícil condición: tener que remar contracorriente para ganar un espacio.

Por eso no son gratuitos los golpes contra Genoveva Huerta Villegas y sus aliados, quienes no tienen inconveniente en aceptar la designación del Tigre, pero eso supone que la dirigencia estatal meta mano en las candidaturas locales, sobre todo en dos: la lista de pluris al Congreso local y la alcaldía de Puebla. El Tigre ganó, sí, pero perdiendo el partido y llevándose entre los pies a muchos. Esta historia del hijo del Gatito Creel continuará.

PRIMER ENSAYO

•En la sesión ordinaria virtual del Congreso local se reveló la estrategia que la oposición intenta realiza con miras a 2021: una gran coalición. Por eso no es gratuito que la frustrada iniciativa para controvertir la reforma a la Ley de Educación estatal fuera respaldada por los integrantes de las fracciones del PAN, PRI, Compromiso por Puebla, Movimiento Ciudadano y José Juan Espinosa. Es curioso: cinco de los seis bloques participantes son los mismos que apoyaron a Enrique Cárdenas Sánchez (salvo el PRI), quien a su vez contó con el apoyo de varios rectores que integran el Consorcio Universitario. ¿Coincidencia? Esa no existe en política. Los priistas están jugando a ver qué cachan de la 4T, lo mismo que una panista. Mientras, quedó en claro que la iniciativa fue un fracaso, no consiguieron el número necesario para validar y demuestra la fragilidad de la oposición.