Población afectada por Earl sigue en alto riesgo

Más de 9 mil personas en el estado se encuentran vulnerables por deslizamiento de laderas, 60 por ciento de ellas se ubican en lugares donde las precipitaciones ya han cobrado víctimas fatales.

Por Guadalupe Juárez

Hace cuatro años, las lluvias provocadas por la tormenta tropical Earl desgajaron cerros, destrozaron carreteras y los aludes de tierra enterraron por igual casas, hombres, mujeres y niños en 29 municipios. La pérdida visibilizó que aún se permitía construir hogares en zonas de riesgo. Hoy, 5 mil 628 personas que habitan en 12 de esas demarcaciones afectadas, siguen en alto riesgo por un deslave de las laderas en las que se ubican sus viviendas.

En la entidad poblana, en total hay 9 mil 392 personas en muy alto riesgo por la susceptibilidad de deslizamiento de laderas en 26 municipios, entre ellos Huauchinango, de los principales afectados por uno de los desastres naturales más letales en los últimos años en la entidad.

Lo anterior se desglosa del análisis Población Susceptible por deslizamiento de laderas en municipios, elaborado por el Instituto de Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim).

Entre los municipios afectados por la tormenta tropical que arrebató vidas en 2016 en la entidad y que tienen un mayor número de personas susceptibles a deslaves son Zoquitlán con mil 350 habitantes, Tlaxco con mil 282 personas, seguido por Coyomeapan con mil 72, San Sebastián Tlacotepec 608 y Jopala con 523.

Además de Xicotepec con 305, Guadalupe Victoria con 278, Chiconcuautla con 69, Huauchinango con 58, Pahuatlán con 50, Juan Galindo con 18 y Tlatlauquitepec con 15. Otros puntos de alto riesgo se ubican en Tehuacán y la Sierra Negra, la Mixteca y la Sierra Norte, en donde Earl no causó estragos.

De acuerdo con el documento, a la par, hay 621 mil 536 que también viven en zonas de alta susceptibilidad por la inestabilidad de laderas en 169 demarcaciones, de las cuales el mayor porcentaje de población en riesgo se concentran en 33 municipios.

Por ejemplo, en Huauchinango de los 102 mil 509 habitantes, 69 mil 514 —es decir 67 por ciento— se encuentra en riesgo; mientras que en Xicotepec 59 por ciento de su población es susceptible, Pahuatlán 67 por ciento, por mencionar algunos.

El Igavim recomienda que se identifiquen las señales de inestabilidad de laderas como grietas, hundimientos, inclinación de árboles o flujos de agua en laderas.

De acuerdo con el Centro Nacional para la Prevención de Desastres la inestabilidad de laderas se desencadena por actividades humanas como cortes y excavaciones inadecuadas para la construcción de obras, saturación del suelo por filtraciones de fosas sépticas y aguas domésticas.

Otras causas son por la vibración producida por maquinaria y tránsito de vehículos pesados, sobrecarga de la ladera con construcciones y deforestación.