Con el uso, nuestro vehículo enfrenta un desgaste natural, el cual se puede reducir si realizamos los servicios de mantenimiento en tiempo y forma. Uno de los componentes que más padecen este desgaste es el motor, pues recordemos que la mayoría de sus componentes friccionan entre sí cuando convierten la energía química del combustible en energía mecánica útil.
Para que su desempeño sea el adecuado, entran en juego otros repuestos como filtros, bujías y lubricantes, para que la combustión interna sea eficiente y, en consecuencia, no pierda potencia y no consuma más combustible del que necesita para funcionar por lo que, para mantener el desempeño, cercano al que ofrecía cuando era nuevo, se debe realiza una afinación, una actividad que, como su nombre lo indica, tiene como objetivo recuperar y afinar sus prestaciones de fábrica.
Los síntomas de que el motor de tu coche necesita afinación son diversos, desde detectar que su respuesta ya no es tan inmediata como antes, inclusive puede existir potencia, hasta mayor consumo de combustible en nuestros trayectos cotidianos, así como la presencia de humo negro a la salida del tubo de escape, cabeceos del motor, explosiones a destiempo, olores y sonidos inusuales; en el peor de los escenarios que se encienda el testigo de check engine en el panel de instrumentos.
Ante la presencia de cualquiera de los síntomas anteriormente mencionados, es importante acudir con nuestro mecánico de confianza o al taller de la agencia, según sea el caso, para que se realice el servicio de afinación. Una vez en el taller, el mecánico o técnico automotriz comenzará con cambiar el lubricante viejo del motor. Recordemos que el aceite se sustituye para que el motor funcione suavemente, es decir, para que se reduzca la fricción y el desgaste de las piezas del motor.
También se reemplaza porque, en la medida en que se usa un coche, el aceite se quema y contamina con partículas externas o derivadas de la oxidación. Cuando se cambia el aceite de un motor mejora su rendimiento y se evita un consumo excesivo de gasolina, asimismo aumenta su tiempo de vida útil.
En el servicio, dependiendo de la antigüedad del carro, se usan varios tipos aceites; de poca viscosidad, para los nuevos, mientras que para los antiguos se utilizan lubricantes más espesos para mayor resistencia, todo en función de las recomendaciones del fabricante del coche. Durante este proceso también va de la mano el cambio del filtro del aceite, el cual se encarga de retener o atrapar las partículas de suciedad que puedan adherirse a los residuos de la combustión o al aceite.
Es necesario cambiarlo pues, cuando se ensucian, provocan que la capacidad anticorrosiva de las piezas de un motor disminuya, es decir, provoca un mayor desgaste, además de que hace variar la viscosidad del aceite. Es muy importante apuntar que, en una afinación, los filtros de aceite no se pueden limpiar, se deben reemplazar, ya que son sumamente delgados, miden entre 10 y 40 micras de espesor (son más delgados que un cabello humano) y lo más probable es que si se limpian se rasguen o se rompan.
Siguiendo con los filtros, el de combustible también debe cambiarse por uno nuevo. La función de un filtro de gasolina consiste en evitar que entren partículas sólidas a los inyectores y el motor. Por otro lado, un indicador de que el filtro de gasolina debe ser reemplazado en el servicio de afinación es cuando el coche comienza a tener problemas con los inyectores de combustible del motor.
Probablemente la causa sea un filtro de gasolina que ya no sirve, es decir, un filtro que ha dejado pasar partículas provenientes de los surtidores de gasolina o partículas de la corrosión de los tanques que surten el combustible. No menos importante es el reemplazo del filtro de aire del motor. Tiene la función de evitar que se cuelen elementos externos en la admisión del coche y pasen a la cámara de combustión.
Una simple partícula podría causar daños graves si termina en el interior del motor. Los intervalos de mantenimiento de los filtros de aire varían según los fabricantes, pero en promedio se deben reemplazar cada año, sobre todo si normalmente nos desplazamos en zonas de terracería. La principal consecuencia de no cambiarlo a tiempo será un aumento del consumo de combustible, pues el motor tendrá que hacer más esfuerzo para respirar y lo compensa inyectando más combustible; en casos extremos, el auto podría dar jalones o tener problemas para arrancar.
A continuación, deben de cambiarse las bujías en caso de ser necesario, y decimos esto porque en la actualidad, estos componentes pueden durar más de 60 mil kilómetros, dependiendo de los materiales con los que estén fabricados.
Recordemos que, para que el motor de combustión interna de nuestro auto funcione, se requieren tres ingredientes fundamentales: aire, combustible y una chispa eléctrica que detone esta mezcla explosiva dentro de las cámaras de combustión, para que esta fuerza mueva al pistón hacia abajo y se convierta en energía mecánica útil, una misión que cumplen las bujías en un proceso que se repite miles de veces mientras el propulsor está en marcha.
Para determinar qué tipo de bujías debemos colocar en el motor de nuestro coche al momento de reemplazarlas, es fundamental que se instalen el mismo tipo que el bloque equipaba de fábrica, ya que las bujías tienen características especiales, como el grado térmico, que están especificadas en el manual del fabricante. Es muy importante que en la afinación de un coche se revisen los inyectores, que estén libres de impurezas del combustible y que tengan una respuesta adecuada a los impulsos eléctricos y mecánicos del sistema automotriz.
Del sistema de inyección depende la cantidad de gasolina que se suministra al motor para que pueda funcionar. Los inyectores deberán cambiarse en una afinación si el humo emitido por el escape es de color negro o si se detecta una falta de potencia en el motor. Otros síntomas de un mal funcionamiento del sistema de inyección son: calentamiento excesivo, aumento del consumo de combustible y ruido de golpeteo del motor.
Con la afinación hecha, sentirás un cambio radical en el desempeño del coche, con mayor empuje y sobre todo con un menor consumo de combustible, de modo que si ya se acerca el periodo de afinación no dudes en realizarlo; el costo puede variar, en promedio, entre los 3 mil 900 y 4 mil 800 pesos, dependiendo de la marca y modelo del coche.