La Última Mirada de Martha Érika en los Ojos de Echeguren

El exvocero de Antonio Gali deduce que en el triunfo de la exgobernadora hubo fraude porque, afirma, la votación del Tribunal Electoral fue “rara”; además, revela las palabras que le dijo la esposa de Moreno Valle: “sépase usted que nunca va a trabajar en mi gobierno porque se la jugó con el señor Barbosa”.

Por Mario Alberto Mejía

Ernesto Echeguren Barroeta es un personaje político sui géneris en la Puebla levítica. Fue, en su momento, el hombre más cercano al gobernador Melquiades Morales, pero también estuvo al frente de la Vocería del gobernador José Antonio Gali. Echeguren tiene el don de la ubicuidad. Sus pronósticos políticos y electorales nunca fallan. Cuando dice que alguien ganará tal o cual elección, siempre acierta. En esta conversación con ContraRéplica Puebla, Ernesto Echeguren habla de dos personajes centrales en la Puebla de los últimos años: el gobernador Miguel Barbosa Huerta y la ex gobernadora Martha Érika Alonso.

Mario Alberto Mejía (MAM): Primero de julio de 2018. Hacia las dos de la tarde, en un chat de amigos, Pepe Hanan escribe: “Ernesto Echeguren me acaba de decir que ganó (Miguel) Barbosa. Tiene una encuesta”.

Ernesto Echeguren (EE): Efectivamente. Siempre lo dije previo a la elección que iba a ganar Barbosa, y ese día yo tenía un exit poll que a las 2 de la tarde le daba 10 puntos arriba. ¿Qué pasó? Ahora sí que quién sabe, pero de que ganó, ganó el primero de julio de 2018.

MAM: ¿Los siguientes exit poll que tuviste horas después confirmaban ese triunfo?

EE: Lo confirmaron. Generalmente el último corte es las 3 de la tarde (3:15, 3:30), y confirmó su triunfo.

MAM: Tú estuviste siguiendo la elección en los medios nacionales cuando empiezan a salir las primeras encuestas de salida. La de Roy Campos, por ejemplo, confirma esa ventaja.

EE: Roy Campos la confirma en Televisa, y luego Roy Campos cambia la versión. ¿Quién sabe qué pasó?

MAM: Eso fue horas después.

EE: Sí. Ya cuando se podían dar cifras oficiales, Roy Campos salió a decir que no, que el ahora gobernador Barbosa había perdido.

MAM: ¿Qué pasó ahí? Tú eres un hombre que siempre investiga y pregunta.

EE: Yo creo que lo que pasó es que hubo fraude.

MAM: ¿Roy Campos se vendió?

EE: Yo creo que a Roy Campos le apretaron las tuercas.

MAM: ¿Te dio gusto que a las 2 de la tarde el exit poll arrojara esos resultados?

EE: Sí, me dio gusto por algo que había venido diciendo, y que seguramente a ti te consta. Yo siempre dije que era una barbarie que Martha Erika Alonso de Moreno Valle fuera candidata. Ya no gobernadora, candidata. Porque la decisión venía del esposo. Desgraciadamente ninguno de los dos está.

MAM: Tú conocías a Marta Erika de tiempo atrás. ¿La conoces cuando se casa con Rafael Moreno Valle o desde antes?

EE: No, la conozco cuando era novia de Rafael. Una chica decente, de buena familia. Cuando Rafael llega al gobierno, me parece que ella hace un papel digno. Hasta ahí todo estaba bien, pero querer aspirar después a ser gobernadora fue otra cosa. Yo creo que ni ella quería.

MAM: ¿Tenías algo particular en su contra?

EE: No, no, en lo particular no tenía nada en contra de ella.

MAM: Recuerdo algunas conversaciones que tuvimos en el contexto del conflicto postelectoral, y tú asegurabas —desde que pasó lo qué pasó— que el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación iba a beneficiar a Miguel Barbosa.

EE: Estaba totalmente convencido. Al 99.9 por ciento. Quién sabe qué pasó. Todo fue muy raro.

MAM: Te lo repito, Ernesto: tú nunca te quedas con la duda. Siempre investigas. ¿Qué pasó al interior del Tribunal?

EE: Seguramente pasó lo que a Roy Campos: les apretaron las tuercas, ¿no? Porque fue una votación tristísima con argumentos muy raros.Dos o tres magistrados estaban muy firmes en sus análisis, pero otros nomás le dieron la vuelta para llegar a la misma conclusión.

MAM: ¿Tú te enteraste del fallo como todos —a eso las 11 de la noche del 8 de diciembre de 2018— o ya tenías cierta información?

EE: Un día antes, a las 8 o 9 de la noche, ya sabía que el resultado del fallo, tristemente, iba a ser 4-3 a favor de Martha Erika.

MAM: ¿Cómo te enteraste?

EE: Porque como yo me la había jugado en su momento con el candidato de mi preferencia, pues le di seguimiento hasta el final. Para entonces yo estaba muy cerca de quien estaba revisando los temas, y sí, me acuerdo, que una noche antes me dijo: “4-3 va a ser el resultado mañana”. Al otro día tuve un desayuno y me encontré a alguien cercano a Rafael y le dije: “seguramente ya ganaron”. Esta persona dudó. Ni ellos mismos sabían que iban a ganar.

MAM: ¿Qué pensaste en el momento en que el fallo favorece a Martha Érika Alonso? Finalmente has vivido en Puebla toda tu vida.

EE: Pues pensé que íbamos a vivir algo que desde un principio era inviable. Creo que no iba a ser un buen gobierno por los intereses que había en juego, por los intereses de Rafael… Pero eso ya no lo pudimos constatar.

MAM: ¿Cómo era tu relación con Martha Érika Alonso? ¿Cuando ella era candidata, cuando estaba el proceso postelectoral, te la llegaste a encontrar en algún momento?

EE: Me la llegué a encontrar, y siempre me vio con recelo. Alguna vez me dijo que nunca iba a trabajar en su gobierno porque yo me la había jugado con el señor Barbosa.

MAM: ¿Te lo dijo directamente?

EE: Me lo dijo directamente. Me la encontré en Casa Puebla y me dijo: "Usted no va a trabajar nunca en mi gobierno porque usted se la jugó con el señor Barbosa".

MAM: ¿Qué le contestaste?

EE: Que sí —porque yo decía a grito pelado que iba a ganar Barbosa—, que era cierto.

MAM: ¿Te lo dijo enojada?

EE: Pues no sé si enojada o no, pero sí me dijo que yo nunca iba a trabajar en su gobierno. "Sépase usted que nunca va a trabajar en mi gobierno porque se la jugó con el señor Barbosa”. Así me dijo. Y yo le respondí: “Sí, me la jugué con el señor Barbosa. Era mi candidato". Y aquí te quiero hacer una referencia muy respetuosa: cuando vino el proceso electoral yo tenía un cargo de gobierno. Era vocero del gobierno (de José Antonio Gali), y consulté con quien gobernaba en ese momento. Con el gobernante en turno. Le dije: "Señor, no estoy de acuerdo con la candidatura de la señora. Yo me la voy a jugar con el candidato Barbosa". Y él me dijo: "Adelante, siempre y cuando respetes los tiempos. Dentro del gobierno no puedes ocupar tu cargo para tus preferencias personales. Los fines de semana eres libre para hacerlo". Y así lo hice.

MAM: Sí, recuerdo que públicamente lo decías en las mesas. En todos lados.

EE: Claro, siempre lo dije, pero sí debo reconocer que tampoco me lo prohibieron.

MAM: Como vocero del gobierno de José Antonio Gali, tú tenías mucho trato con los secretarios y con otros funcionarios. ¿Cómo veías la temperatura, el ánimo hacia los candidatos?

EE: Pues mira, algunos eran cuidadosos de expresar su opinión y otros de plano se quedaban callados. Eso sí: todos sabían lo que yo pensaba porque me encargaba de decírselos.

MAM: Y con tus amigos empresarios, ¿cómo sentías el ambiente?

EE: Con ellos siempre sentí un ánimo a favor del candidato de Morena. No lo expresaban, seguramente por temor, pero sí veían con simpatía un cambio de régimen.

MAM: ¿Antes de definir tu voto hacia el hoy gobernador habías tenido trato con él?

EE: Una sola vez lo vi en la Cámara de Senadores. Me lo presentó don Melquiades Morales. Lo saludé, me saludó. "Señor senador Barbosa, mi colaborador", le dijo. Ya de salida, recuerdo que don Melquiades me dijo: “Mire usted, Barbosa, nuestro paisano, es un hombre inteligente. No cualquiera es presidente del Senado”.

MAM: Volvamos al fallo del Tribunal. A los días posteriores. Martha Érika Alonso acude en la madrugada a rendir protesta como gobernadora al Tribunal Estatal Electoral...

EE: Exactamente. El día que toma protesta en la noche ahí estaba yo acompañando al gobernador saliente. El acto fue en una bodega que se acondicionó. Una bodega medio oscura, tenue. En 5 minutos, llegó, rindió protesta y se fue.

MAM: ¿Se encontraron cara a cara tú y ella?

EE: Sí. Cuando pasó, saludó a uno de sus colaboradores. Luego me vio a mí y se salió.

MAM: ¿Te saludó?

EE: No.

MAM: ¿Qué mirada viste?

EE: De terror. Me vio muy feo.

MAM: ¿Te preocupó que te viera de esa manera quien ya era gobernadora de Puebla?

EE: No me preocupó, porque el que nada debe, nada teme.

MAM: ¿Pensaste en irte de Puebla?

EE: No. En absoluto.