facebook comscore
Hacinamiento y falta de medicinas, retos del sistema penitenciario femenil

Hacinamiento y falta de medicinas, retos del sistema penitenciario femenil

Puebla martes 03 de enero de 2023 - 21:55

En el Diagnóstico estatal de supervisión penitenciaria 2022, la CDH reprobó a nivel estatal las condiciones de los cárceles estatales con una calificación general de 5.7

Por Guadalupe Juárez

El hacinamiento, la falta de medicamentos y de instalaciones adecuadas para las mujeres que se encuentran presas y comparten áreas con la población varonil son los principales retos que enfrenta el sistema penitenciario estatal, de acuerdo con la Comisión de Derechos Humanos de Puebla.

En el Diagnóstico estatal de supervisión penitenciaria 2022, publicado la semana pasada, la CDH reprobó a nivel estatal las condiciones de los cárceles estatales con una calificación general de 5.7.

Los centros penitenciarios con peor calificación por sus condiciones son el Centro de Reinserción Social de Zacatlán con 4 de calificación, el de Chignahuapan, con 4.3; Tecali de Herrera con 4.5 y el de Acatlán de Osorio con 4.7.

En contraste, los de calificación más alta fueron el Centro de Internación Especializado para Adolescentes con 7.3, aprobatoria pero con “áreas de oportunidad”, así como el Cereso de Teziutlán con 6.7 y el de San Pedro Cholula con calificación de 6.6.

La CDH apuntó que al haber saturación de población penitenciara en los Ceresos se presenta mayor dificultad de las autoridades penitenciarias para brindar una atención de calidad, lo que provocará que la reinserción social por persona sea difícil de alcanzar y continúen sistemas de autogobierno y cogobierno en estos lugares.

Por lo anterior, urgió a la adopción de medidas para distribuir de manera apropiada a las personas privadas de su libertad y generarles nuevos espacios para la reinserción social.

Por otra parte, en cuanto a la falta de medicamentos halló una falla en su suministro, lo cual advirtió pone en alto riesgo la vida y la salud de los presos.

Por ello, consideró que debe de garantizarse la disponibilidad y suministro de medicamentos tanto para los cuadros de salud emergentes como gripes y malestares estomacales, como para la atención de enfermedades crónico degenerativas, en el caso de diabetes, hipertensión e insuficiencia renal.

La CDH reconoce que los centros penitenciarios en su mayoría fueron adaptados para la reinserción social sin ser construidos especialmente para ello; sin embargo, resalta que las mayores carencias de la población penitenciaria se refleja en las mujeres, pues carecen de estructura, tienen espacios reducidos, no tienen áreas especiales de atención, hay insuficiencia de ventilación e iluminación, además de que carecen de accesibilidad para el tránsito.

¿Qué se encontró la CDH?

En el Cereso de Tepeaca, los visitadores de la CDH se encontraron en sus recorridos de las instalaciones que no hay división entre procesados y sentenciados, hay áreas sin ventilación e iluminación, no cuentan con un psiquiatra y la remodelación de uno de sus espacios ocasionó que las mujeres fueras trasladadas a otra áreas, la cual las dejó en celdas sin ventanas ni luz natural.

En Tecali, las autoridades penitenciarias expresaron que los recursos del ayuntamiento destinados al Cereso son insuficientes, no hay personal de trabajo social, su cocina y área de talleres están sucios y hay deficiencias en las conexiones eléctricas, lo cual podría derivar en un accidente.

En Tecamachalco los sanitarios están sucios, no hay espacios para visita familia y también presentan deficiencias en sus instalaciones eléctricas.

En Tehuacán no hay suficiente personal de seguridad, hay sobrepoblación, sobre todo en el módulo B en donde tendrían que haber 60 personas privadas de su libertad y viven 93. Los baños están sucios, las regaderas no funcionan y en el área femenil tampoco cuentan con suficiente personal de seguridad.

En el de San Pedro Cholula el hacinamiento también es un problema, ya que el lugar podría albergar a 218 personas y hay 557. La población femenil tiene que compartir espacios con la varonil.

En Huejotzingo la sobrepoblación es un problema, las instalaciones son para 117 reclusos y hay 250, no cuentan con regaderas, hay fallas en el paso de agua, presentan deficiencias en conexiones eléctricas, en atención médica, los teléfonos públicos están dañados, hay medicamento caduco y algunos que requieren refrigeración son almacenados en refrigeradores que no funcionan.

En Chignahuapan, los recursos del ayuntamiento también son insuficientes, escasean los medicamentos y agua potable para beber, además de que su cocina está sucia.

En el de Zacatlán, no tienen personal de seguridad suficiente, pues lo recomendado es un guardia por cada 10 presos, su consultorio médico está muy sucio, en los sanitarios los lavabos no tienen llaves, la cocina está sin ventilación ni iluminación, además de que sus colchonetas están en mal estado.

En Acatlán también los guardias son insuficientes, hay hacinamiento en el área varonil e insuficiencia de alimentos.

En Ciudad Serdán hay daños estructurales en los pisos, lavaderos desgastados por el paso del tiempo y la presencia de roedores, lo que ocasionaría problemas de salud en la población penitenciaria.

En Tetela de Ocampo no tienen medicamentos, los sanitarios están sin puertas ni iluminación y en el taller de carpintería hay mucho aserrín, lo que provocaría enfermedades pulmonares, ya que los reclusos no usan protección a la hora de trabajar.

En Libres los alimentos son insuficientes, pues cada preso recibe dos porciones muy reducidas al día.

En el Cereso de Zacapoaxtla, los hombres y mujeres conviven en las mismas áreas, mientras que en el de Tlatlauquitepec hay filtraciones de agua que afectan las colchonetas, además de llaves de las regaderas sin funcionar.

En Teziutlán hay cucarachas en la cocina y sanitarios sin puerta; en el de Huauchinango el personal carece de un manual de procedimientos, los dormitorios y módulos están sucios, hay paredes y rejas con daños, no tienen agua caliente. Sus refrigeradores están sucios y los custodios evitaron que los visitadores de la CDH accedieran a las áreas de visitas íntimas.

En Xicotepec las planchas de concreto, en donde se colocan las colchonetas para que puedan dormir, observaron daños, mientras que en las instalaciones de atención médica detectaron humedad.

En Tepexi de Rodríguez, el penal de mediana seguridad del estado, la CDH detectó que se han suspendido las actividades recreativas, debido a que no les prestan un balón, por lo cual los visitadores encontraron a los reclusos con una botella de refresco vacía, con la que jugaban futbol.

Las áreas de lavado están sin tubería hacia el drenaje, lo cual ocasiona que el suelo siempre esté mojado y provocaría un accidente. Hay fugas de agua en los dormitorios e instalaciones eléctricas con riesgo de corto circuito. Los sanitarios tienen desperfectos, con problemas en el desagüe y algunos sin funcionar.

El CIEPA temporal debido a que en 2020 sus instalaciones fueron habilitadas como hospital Covid, carecen de un psiquiatra y la CDH recomienda reubicarlos a su lugar de origen de nueva cuenta.

En cuanto al Cereso de San Miguel, en la capital poblana, la CDH encontró que el sistema de videovigilancia es insuficiente, hay chinches en los dormitorios, los sanitarios están sucios y hay fallas en los lavabos. También encontró que los dormitorios están muy sucios, calculan 400 por ciento de hacinamiento.

En cuanto al área femenil, las estructuras para colocar las colchonetas ya son un riesgo, pues presentan soldaduras para evitar su caída.

La población penitenciaria no tiene agua caliente para bañarse, lo que obliga a las reas a utilizar una resistencia para calentarla, lo cual se traduce en un riesgo. Hay deficiente atención médica y no tienen acceso a medicamentos.

Foto: Agencia EsImagen

Envie un mensaje al numero 55-11-40-90-52 por WhatsApp con la palabra SUSCRIBIR para recibir las noticias más importantes.

JF/CR

Etiquetas


Notas Relacionadas
+ -