El tuit basura

De manera obscena autorizó y/o encubrió el descuento del 10 por ciento del salario a los trabajadores del Ayuntamiento de Texcoco para apoyar la constitución de Morena como partido político nacional y como parte de su financiamiento a la campaña de diputada federal entre 2014-2015.

A pesar de ese acto ilegal que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación adjudicó a Morena con una multa por 4 millones 529 mil pesos, la maestra supo deslindarse hábilmente durante la campaña en el Estado de México “echándole la bronca al partido”.

Solo en México donde pasan muchas cosas, entre otras, corruptelas sin castigo, la señora pudo participar y ganar una elección vital para la sucesión de 2024.

Su tarea no solo será gobernar sino garantizar que el Estado de México –con el padrón electoral más grande del país– sume miles de votos a la 4T.

Sobre sus hombros recaerá una altísima responsabilidad partidista que va demandar la gran operación electoral y financiera (esperando que ahora sí, no haya moches de por medio).

Por otro lado, si bien es cuestionable la impunidad que recibió por parte del presidente López Obrador al nombrarla secretaria de Educación y luego hacerla candidata, fue reprobable la manera en que trataron de descalificarla por un hecho de índole personal:

¡No es mamá, ni tiene pareja!

¿A quién demonios le importa si la señora no quiso o no pudo tener hijos y por qué no hace vida en pareja?

Como si el casamiento o la maternidad garantizaran felicidad, rectitud, convicciones, resultados o fuera la única misión en la vida.

Pues con esa simpleza o absurda espontaneidad, es que la escritora Guadalupe Loaeza intentó desacreditar a Delfina Gómez dos días antes de la elección a la gubernatura.

Obviamente su tuit –calificado como basura– acompañada de las fotos de Delfina y Alejandra del Moral fue duramente criticado en las redes sociales y a continuación reproduzco:

“La maestra Delfina no está casada ni tiene hijos, y por otro lado, Ale está casada y es mamá de unos gemelos preciosos. En una ceremonia religiosa dijo: ‘El gobierno del Estado de México, comparte con la Iglesia Católica, los valores universales de amor al prójimo’”.

Las mujeres no venimos incompletas al mundo, la falsa creencia de que sin familia propia somos todo o nada, es una forma reduccionista de calificar nuestra existencia.

El tuit de Doña Guadalupe me hizo recordar que los pensamientos retrógradas no distinguen género, nivel intelectual ni socioeconómico, así como la violencia feminicida.

Por las razones que escribí al principio, no soy fan de la maestra Delfina, pero ninguna mujer merece ser discriminada ni castigada por sus decisiones íntimas. Este tipo de canalladas solo alimentan el odio social.