El imperativo de la despenalización

Columnas miércoles 26 de junio de 2024 - 22:07

Este martes colectivos feministas hicieron un llamado de urgencia a los integrantes de la LXI Legislatura (2021-2204) «para que, a la brevedad posible, despenalicen el aborto en la entidad». Es increíble la dilación del asunto cuando el Congreso del Estado cuenta con una holgada mayoría de diputados que “se dicen de izquierda” pero que, cada vez que abordan este asunto, tienen “el santo rosario” entre las manos mejor puesto que sus homólogos del panismo conservador.

Quizá habría que regresar a lo dicho en mi columna titulada “Congreso Provida”, publicada el 7 de diciembre de 2021:

«Para nadie es un secreto que la distinción entre ideologías de izquierda y de derecha, a la luz del apocalíptico siglo XXI, es absolutamente inexistente. Desde la caída del muro de Berlín y el consecuente fracaso del socialismo realmente existente, la inmensa mayoría de los gobiernos de occidente perdieron la brújula de su sentido simbólico: la catástrofe no fue la “derechización” de la vida pública, más bien la ausencia de alternativas sustentables frente a la hegemonía del liberalismo global».

«Esta sentencia, que bien podría parecernos muy lejana, está presente en nuestra aldea provinciana, en cada discurso y en cada posicionamiento de la clase política que para bien o para mal dirige el destino de la entidad. Para muestra bastaría un solo tema: la despenalización del aborto. No basta con que ninguna mujer se persiga en Puebla por tomar la decisión de abortar; en otras palabras con que las porciones normativas –a pesar del fallo de la Suprema Corte– sean, para efectos prácticos, derecho vigente incapacitado procesalmente para convertirse en derecho positivo; el verdadero escándalo radica en que un contenido normativo que atenta contra la soberanía corpórea, la autonomía vital de las mujeres y el libre ejercicio de la profesión médica, sigue siendo parte de nuestro sistema jurídico vigente».

Han pasado dos años y medio desde entonces e increíblemente la situación se ha convertido en un verdadero escándalo de omisión. Todo un desafío al fallo de la Suprema Corte seguramente motivado por la ideología de un grupo de santurrones que extraviaron su escapulario para alabar la figura de Benito Juárez y enlistarse en las filas de Morena.

Me parece que la siguiente pregunta debería preocuparnos a todos, no sólo a los colectivos feministas: ¿dónde está la izquierda en un Congreso que, por fervorosa creencia o por negligente omisión, defiende los principios teológicos en vez de los valores seculares que han forjado la esencia del Estado Constitucional Democrático?

Mientras la espera continúe, se seguirán quemando las puertas y rompiendo las ventanas del pobre recinto arabesco de la 5 Poniente que, en todo esto, ninguna culpa tiene.