Nación
Claudia Bolaños
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, defendió este jueves su decisión de no asistir al funeral del papa Francisco, luego de recibir críticas de analistas y opositores por su ausencia, a pesar de que México es el segundo país con más católicos en el mundo.
Durante su conferencia matutina, la mandataria explicó que, ante cualquier postura que hubiera tomado, habría sido objeto de cuestionamientos. “¿Qué hubiera pasado si dijera que voy? Pues lo mismo, hubiera habido una crítica tremenda: ¿Dónde está la separación Iglesia-Estado?”, argumentó.
Sheinbaum envió en su representación a la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, la funcionaria de más alto rango de su gabinete, para acudir al funeral del pontífice este sábado en la plaza de San Pedro, en el Vaticano.
La ausencia de la presidenta se volvió tendencia en la red social X, donde algunos analistas la calificaron como “un mensaje de ingratitud innecesario” y una “falta de sensibilidad y empatía”, especialmente luego de que el papa Francisco la recibiera en febrero de 2024 antes del arranque de su campaña presidencial.
“Hay personas que sencillamente no nos quieren y cualquier cosa que hagamos, de todas maneras, va a haber crítica”, respondió Sheinbaum a los señalamientos.
Aunque ha evitado pronunciarse sobre el futuro de la Iglesia católica, la presidenta ha reconocido el legado del pontífice argentino, destacando su “pensamiento humanista, muy progresista” y “su crítica al neoliberalismo y al consumismo”.
El funeral del papa Francisco reunirá a alrededor de 50 jefes de Estado y de Gobierno, así como a una decena de monarcas. Entre los asistentes confirmados se encuentran Donald Trump (EE. UU.), Javier Milei (Argentina), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Emmanuel Macron (Francia) y Volódimir Zelenski (Ucrania), según informó la Santa Sede.