Puebla
El exdirector de Pemex sólo menciona en su denuncia información que contradice las versiones periodísticas iniciales.
Por Guadalupe Juárez
A diferencia de las versiones difundidas en las notas periodísticas a nivel nacional, el nombre del gobernador Miguel Barbosa Huerta no aparece en la lista de legisladores que el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Ricardo Lozoya Austin, entregó a la Fiscalía General de la República (FGR), al acusarlos de haber recibido sobornos a cambio de aprobar la Reforma Energética y mostrar “unidad nacional”, como supuestamente se lo pidió el expresidente Enrique Peña Nieto.
En la denuncia dirigida al fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero —a la que obtuvo acceso ContraRéplica Puebla— y con la que busca conseguir su libertad, el exfuncionario federal acusado de lavado de dinero, cohecho y asociación delictuosa, sí menciona a Barbosa Huerta como se difundió en una nota del pasado lunes difundida por el periodista Ciro Gómez Leyva, pero no asienta ninguna referencia al supuesto cobro de 100 mil dólares que el hoy mandatario habría pedido.
En el documento, las acusaciones vertidas contra el excoordinador del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) giran en torno a una supuesta reunión entre ambos en agosto de 2014 en las oficinas de la Dirección General de Pemex, a petición del entonces secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, quien le pidió “atender” la solicitud del exsenador de cambiar a su hermano, trabajador de Pemex, de una terminal en Guerrero a las oficinas centrales de la petrolera en la Ciudad de México.
“A cambio de esto, el senador Barbosa no armaría una revuelta por parte del PRD para la aprobación de la Reforma Energética”, asegura Lozoya, señalamiento que el gobernador desmintió al aseverar que su familiar nunca ha laborado en las oficinas centrales de Pemex y se ha mantenido por 30 años en su puesto de ingeniero en otras plantas de la petrolera en el país.
“Al concluir la reunión con el senador Barbosa en las oficinas de la Dirección General de Pemex, en el mes de agosto de 2014, él sugirió que siguiéramos en contacto para temas de mutuo interés”, afirma.
En el documento, Lozoya relata que entre el 3 y el 5 de marzo de 2015 se encuentrade nueva cuenta a Barbosa Huerta en una visita de Estado en Inglaterra a la que fue como parte de la comitiva del expresidente Peña Nieto y Barbosa Huerta como invitado, dice haber podido platicar con él “un momento”, conversación en la que señala que “me agradeció el cambio de su hermano”.
La declaración también se contrapone a lo que trascendió semanas antes de que Lozoya fuera extraditado a México en la columna del periodista Raymundo Riva Palacio, en donde se aseguraba que el exdirector de Pemex declaró, mientras se encontraba detenido en España, que sostuvo una conversación con el entonces coordinador del PRD en el Senado en 2015, en Londres, como invitados a una gira presidencia.
En esa ocasión, explica el columnista, Lozoya Austin le manifestó a Barbosa que su petición de dinero (1 millón de pesos) y el apoyo para su familiar se habían cumplido, lo cual sorprendió al senador. Eso le hizo pensar al funcionario que el hoy gobernador no estaba enterado de nada.
LOS SOBORNOS
Los sobornos entregados por Lozoya a los legisladores tenían dos orígenes, según el exdirector de Pemex: los primeros montos provenían de la empresa Odebrecht —que había financiado la campaña de Peña Nieto— y un monto adicional de 10 millones de dólares que “consiguió” Videgaray de partidas federales y de empresas, para cumplir con las exigencias de los legisladores de oposición para aprobar las leyes secundarias de la Reforma Energética.
En la lista de sobornos, donde incluye montos y lugar de entrega se encuentran los exsenadores Ernesto Cordero Arroyo, Francisco Domínguez Servién (hoy gobernador de Querétaro), José Luis Lavalle Mauri, Salvador Vega Casillas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca (hoy gobernador de Tamaulipas) y el exdiputado federal Ricardo Anaya Cortés, a quienes se les proporcionó unos 80 millones de pesos provenientes de Odebrecht y después 10 millones de dólares adicionales para la aprobación final de las reformas.
Las citas donde les daba el dinero en efectivo ocurrían conforme Videgaray Caso indicara, entre los años 2013 y 2014, de las que Lozoya dice contar con videos en las que se observa la entrega de dinero, con “múltiples fajos de billetes de diversas denominaciones, empacados en bolsas transparentes de tipo bancario”.
De manera específica refiere sus encuentros con Anaya Cortés en 2014, a quien recibió en sus oficinas por instrucciones de Videgaray para entregarle de forma directa 6 millones 800 mil pesos, en la cual le comentó sus “aspiraciones” de convertirse en gobernador de Querétaro, que odiaba a su contrincante Francisco Domínguez por corrupto y que contaría con el apoyo de Videgaray para llegar a la gubernatura.
Según la versión de Lozoya, conforme avanzaba la discusión en las cámaras, el grupo parlamentario del PAN pasó de exigir 50 millones de dólares, que serían entregados mientras se aprobaban los proyectos y los dictámenes.
Sin embargo —acusa— los panistas comenzaron a extorsionarles con la amenaza de “echar abajo la Reforma Energética”.
“Recuerdo perfectamente, los casos de Francisco de Vaca, Ricardo Anaya y Francisco Domínguez, cuya actitud era exagerada. De no cumplir con esas expectativas, se podría caer la visión de que había un gran acuerdo nacional”, señala.
De hecho, señala que desde el número telefónico +525545112335, era extorsionado por Anaya Cortés, a quien entregó dinero en el estacionamiento de la Cámara de Diputados.
INVOLUCRA A CALDERÓN Y A MEADE
El exfuncionario peñista asegura que la corrupción de Odebrecht también se presentó en el sexenio de Felipe Calderón, en donde otorgaron un contrato multimillonario con la empresa Braskem, en la cual era accionista Odebrecht, a quien Pemex como único proveedor le vendería a la empresa Etano, pero con un descuento “inexplicable” de 25 por ciento.
Dicha acción, dijo, se debió a la gestión de “muchos panistas” dentro del sexenio de Calderón Hinojosa, en la que inclusive menciona a José Antonio Meade Kuribreña, quien presidió un Consejo de Pemex en abril de 2011 para ampliar el contrato de etileno XXI, proyecto en el que otros consejeros advertían podía consumir todo el etano posible, lo que dejaría “sin futuro” el desarrollo de Pemex.
En la parte final de su declaración, Lozoya denuncia formalmente a los expresidentes Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón Hinojosa, a Luis Videgaray, a los exsenadores Francisco Javier García Cabeza de Vaca, a Francisco Domínguez Servién, Salvador Vegas Casillas, José Luis Lavalle Maury, David Penchyna Grub, al exdiputado federal Ricardo Anaya Cortés.
También a José Antonio Meade Kuribreña; José Antonio González Anaya, quien fungía como consejero de Pemex y a Carlos Treviño Medina, quien fue funcionario de Hacienda y Pemex, así como a Rafael Caraveo Opengo, quien era funcionario del Senado; a la entonces periodista Lourdes Mendoza y a Carlos Salinas de Gortari, a quien menciona como comisionista y cabildero del PAN.
Sobre Lourdes Mendoza, quien ha sido una de las críticas del gobernador Miguel Barbosa, Lozoya reveló que Videgaray le entrega “cañonazos” de entre 50 mil y 100 mil pesos. El exdirector de Pemex afirma que le entregó una bolsa Chanel de 200 mil pesos, así como un apoyo para el pago de las colegiaturas de sus hijos.
EL MUSEO DE PEÑA
La denuncia también incluye una referencia hacia los negocios que Enrique Peña Nieto emprendió junto con su socio Armando Hinojosa Cantú, dueño de la empresa Higa, quien le exigió dinero para “tener liquidez” en las empresas que quería emprender el presidente, así como para la construcción de un museo dedicado a Peña Nieto, al que denominaban “la Egoteca”.
También hace mención de que el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, le regaló al presidente de la República el automóvil Ferrari de colección que manejaba el expresidente Adolfo López Mateos.