AMLO, la crítica y la lealtad

Así, la política de «abrazos, no balazos» es de suyo reduccionista y evidencia que el gobierno federal ha renunciado a pensar que existe algo más con lo que se puede combatir la violencia que a todos, absolutamente a todos, nos está respirando en la nuca. ¿Qué tal si, por ejemplo, piensan en una estrategia que no sea sólo de abrazos o de balazos?

El asesinato de dos jesuitas en Chihuahua, de activistas y defensores de derechos humanos en todo el país, de periodistas, los secuestros, el narcotráfico y los feminicidios debieran hacer reaccionar al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Si para dirigir una empresa, para estar al frente de un grupo se deben dejar de lado las propias creencias, es inaceptable que no se haga cuando se gobierna un país. Vamos, si el gobierno federal está lleno de evangelistas y seguidores de la Luz del Mundo, ¿por ese simple hecho no se protege a los jesuitas?

La confianza que tiene el presidente en el respaldo evangélico no puede ser un cheque en blanco porque nos lo está endosando a todos: a los periodistas que no le son afines, a los activistas que se oponen a sus proyectos, a quienes no votaron por él. Muchos lo entendemos así, entre ellos los jesuitas que ya afirmaron «no callaremos ante la realidad que lacera a toda la sociedad».

Los más de 20 mil obispos, arzobispos, cardenales, religiosos y sacerdotes de la Iglesia católica mexicana tienen tantos derechos como cualquier otro, apoyen o no las políticas públicas emprendidas en el ámbito federal.

El mundo no es de buenos y malos, de verdad y mentira, de inocentes y culpables. Por eso no es entendible que el presidente responda “¿qué esto no es un asunto del fuero común?, ¿qué no tiene que ver con una responsabilidad del gobierno local? ¿Y cuánto tiempo gobernando el mismo grupo en Chihuahua? Y si hacemos un poco de historia, ¿qué no fue este partido conservador (PAN), el que hizo la alianza con Carlos Salinas? ¿Y qué no muchos candidatos a presidentes municipales, incluso gobernadores, se apoyaban en los grupos criminales?”

O sea, si te matan en Chihuahua, si te matan en la Sierra Tarahumara, la culpa es tuya porque votaste por los panistas que se aliaron con Carlos Salinas. Eso equivale a decir: no salgas de noche, porque de noche matan, violan, secuestran…

¿Y qué no es el Estado el que debe velar porque nada de eso ocurra?, ¿acaso nos están obligando a convivir con delincuentes, con narcotraficantes?, ¿con sicarios? Si es así, ¿se está renunciando a la aplicación de la ley?

Quienes están al frente del gobierno federal debieran entender que la crítica no tiene porqué mermar la lealtad, y el presidente ha dejado de ser leal a quienes votaron por él.

Si no ha puesto atención, ya es tiempo de que comience a tomar en serio la economía: por primera vez en sus más de 25 años de autonomía, el Banco de México aplicó un alza de 75 puntos base a su tasa de interés. O sea que el referencial se ubica en 7.75 por ciento, pero la cosa no viene de ahora: la tendencia alcista arrancó en junio de 2021, según las propias estadísticas del Banxico…, y eso tiene la tasa de interés en 375 puntos base. Vamos, distráigase con el circo de las corcholatas, pero cuide su bolsillo.