Y todo comenzó con FCH, señala Lozoya en denuncia

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Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, aseguró que como parte de los sobornos con recursos de la empresa Odebrecht y otras, entregó por instrucciones de Luis Videgaray y Enrique Peña Nieto, recursos millonarios a entonces legisladores del PAN como Francisco García Cabeza de Vaca, Francisco Domínguez, Ernesto Cordero, Salvador Vega, Jorge Luis Lavalle y Ricardo Anaya quienes aseguró lo extorsionaron con 60 millones de dólares para no bloquear la Reforma Energética.

En el documento en poder de ContraRéplica y que la Fiscalía General de la República y la defensa de Emilio Lozoya se deslindaron de su difusión, se menciona la entrega de recursos al entonces presidente de la Comisión de Energía del Senado, el priista David Penchyna con 6 millones de pesos, así como a los entonces secretarios de Estado, José Antonio Meade, con 4 millones de pesos, y José Antonio González Anaya, con 4 millones 390 mil pesos.

Aseguró, por diálogos que tuvo con directivos de Odebrecht y de la reuniones y viajes con el presidente Enrique Peña Nieto a Brasil, que los sobornos y pagos que se entregaron a diferentes actores políticos y funcionarios comenzaron durante el sexenio de Felipe Calderón y concluyeron en la gestión de Peña Nieto.

Subrayó Odebrecht tuvo también una participación relevante en el sexenio de Calderón, ya que ese gobierno celebró un contrato millonario con la empresa Braskem, en la cual era socio el consorcio brasileño, y que invirtió en la planta Etileno XXI. “Por esa operación muchos panistas… recibieron fuertes sumas de dinero”, declaró.

En la denuncia ante la FGR, Lozoya aseguró que el expresidente priista Carlos Salinas de Gortari presionó al interior de Pemex para beneficiar contratos de uno de sus hijos —Juan Cristóbal Salinas— y dijo que el exmandatario exigió el pago por más de 15 millones de dólares a la empresa TRESE, después de que la paraestatal le canceló el contrato de una plataforma marítima.

Dijo que Luis Weyll le comentó en 2013 que Braskem “al parecer había pagado sobornos en los años 2010 y 2012, durante la administración de Felipe Calderón” para la aprobación del contrato Etileno XXI. “Recuerdo que se entregó dinero tanto a Carlos Treviño Medina como a Ernesto Cordero”.

Detalló, con fechas, montos de recursos, direcciones de oficinas y personas a quienes entregó los recursos por instrucciones de Luis Videgaray, entonces secretario de Hacienda, quien desde la campaña presidencial y con el aval del entonces candidato presidencial, Enrique Peña, diseñaron un esquema para solicitar recursos a Odebrecht para el pago de asesores extranjeros.

Lozoya expuso que por instrucciones de Videgaray y para dicha campaña pidió a Luis Weyll 6 millones de dólares quienes finalmente aportaron 3 millones 150 mil dólares, de los cuales un millón 600 mil se pagaron a empresas y asesores electorales extranjeros.

Respecto al pago de sobornos a legisladores del PAN, aclaró que más se trató de extorsiones de senadores y el diputado del PAN, Ricardo Anaya. Expuso que todos se entregaban en efectivo a los legisladores designados sistemáticamente por Luis Videgaray. “Estas extorsiones se verificaron constantemente en mi oficina ubicada en Marina Nacional 329”, indicó.

En el documento de 60 cuartillas señala que de los 50 millones de dólares acordados inicialmente se les entregaron otros 10 millones de dólares. Aclaró que desconoce cómo se repartieron los recursos los senadores y el diputado Ricardo Anaya. “La actitud de los panistas para obtener recursos era brutal”, dijo.

De Ricardo Anaya, entonces diputado del PAN, indicó que Luis Videgaray le ordenó entregarle 6 millones 800 mil pesos. “En esa reunión —Anaya Cortés— me comentó sus aspiraciones a ser gobernador de Querétaro”.

También subrayó que como parte de este esquema, del que estaba enterado el presidente Enrique Peña Nieto, “Odebrecht para el año 2013 era un grupo empresarial muy poderoso e influyente en México. Insisto, ya no era una relación soborno-contrato-soborno, era una relación más profunda. Se trataba de ejercer influencia sobre el presidente de la República y el Legislativo en México”.