El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió nuevamente contra China al afirmar que ningún país está exento de los aranceles impuestos por su administración, advirtiendo que próximamente se anunciarán medidas específicas contra productos clave como los semiconductores. A través de su red Truth Social, el republicano aseguró que se evaluará toda la cadena de suministro de productos electrónicos en el marco de las investigaciones de seguridad nacional.
Trump enfatizó que no se han otorgado nuevas excepciones arancelarias, contradiciendo reportes recientes. Según él, los productos tecnológicos en cuestión no fueron excluidos, sino que simplemente fueron reubicados en otra categoría de tarifas. “NADIE se libra”, escribió,
haciendo especial énfasis en que China continúa siendo el país que, según su visión, más afecta los intereses comerciales estadounidenses.
Durante el fin de semana, el exmandatario adelantó que este lunes abordará públicamente la posible imposición de aranceles sobre semiconductores, un sector estratégico para la economía global. Además, reiteró su llamado a fortalecer la producción nacional y dejar de depender de países que considera "hostiles" en términos comerciales, como el gigante asiático.
Por su parte, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, confirmó que las exenciones actuales a productos como smartphones, componentes de computadoras y chips serán temporales. Señaló que todos esos artículos serán incluidos próximamente en una categoría con gravámenes específicos, los cuales podrían entrar en vigor en uno o dos meses.
Estas declaraciones se producen tras un periodo de volatilidad en los mercados internacionales, desencadenado por el endurecimiento de la política arancelaria de Washington. Aunque inicialmente se anunció una amplia cobertura de aranceles a productos extranjeros, posteriormente se ajustó la estrategia, lo que ha generado incertidumbre entre los sectores industriales y financieros.
Trump concluyó su mensaje con una promesa de reactivación económica basada en la producción nacional, nuevos recortes fiscales y un endurecimiento del trato hacia naciones que —según él— han abusado durante décadas de la economía estadounidense. “La Edad de Oro de Estados Unidos está por comenzar”, sentenció.