El pasado fin de semana, un evento de ciclovía recreativa entre Cholula y Puebla se convirtió en una tragedia que dejó pérdidas humanas. La noticia nos llena de indignación, tristeza y preocupación. También de un dolor profundo por lo que deben estar pasando las familias de las víctimas.
¿Cómo es posible que un acto así pueda pasar en un evento familiar, dominical, donde hay familias, niñas, niños?
Fuentes detallan que no fue un accidente, sino un acto intencional ¿Qué debe pasar por la mente de quién conducía para cometer un acto así?
Es inaceptable que este tipo de incidentes sigan ocurriendo en nuestra ciudad, y es aún más inaceptable que las autoridades municipales no estén haciendo lo suficiente para evitarlos.
Desde hace años, la movilidad en Puebla es un problema recurrente, especialmente para peatones y ciclistas. Las calles están diseñadas para los automóviles, y los peatones y ciclistas son los que pagan las consecuencias. Las aceras son pequeñas, están mal mantenidas y algunas tienen hasta topes y baches.
Además, los carriles para bicicletas son insuficientes y a menudo peligrosos. Los accidentes, algunas veces mortales, son una realidad constante y una amenaza para la seguridad de todos.
La falta de acción por parte de los ayuntamientos para mejorar la movilidad de peatones y ciclistas es alarmante. Es tiempo de que los gobiernos locales tomen medidas contundentes para resolver este problema. Es necesario que se invierta en infraestructura para bicicletas y peatones, y que se implementen políticas que fomenten su uso como medios de transporte viables y seguros.
No voy a pedir que alcancemos los niveles de las ciudades de países bajos, como Ámsterdam y Copenhague, que son un ejemplo de cómo se puede mejorar la movilidad de los peatones y ciclistas. Allí, las bicicletas son un medio de transporte ampliamente utilizado y respetado, y la infraestructura ciclista es de primer nivel. Las calles están diseñadas para todos los usuarios, no sólo para los automóviles. Se han construido carriles para bicicletas separados de las calles, se han implementado políticas pro-bicicleta y se ha mejorado la señalización y el mantenimiento de las infraestructuras.
Hasta los autobuses están diseñados para que los ciclistas que deben recorrer trayectos largos puedan montar su bicicleta y aprovechar toda una red intermodal para hacer sus viajes más seguros.
En México, ciudades como Guadalajara, la Ciudad de México y Mérida también están haciendo esfuerzos para mejorar la movilidad de peatones y ciclistas. La creación de carriles exclusivos para bicicletas, el fomento del uso de la bicicleta como medio de transporte, y la implementación de programas de bicis o scooters compartidos, dan nuevas opciones de transporte seguras, ecológicas y sostenibles.
Es hora de que los ayuntamientos de Puebla sigan el ejemplo de estas ciudades y tomen medidas concretas para mejorar la movilidad de los peatones y ciclistas. No podemos permitir que los accidentes trágicos sigan siendo una realidad en nuestra ciudad. Es necesario que se invierta en infraestructura ciclista y peatonal, y que se promueva el uso de estos medios de transporte. Y principalmente, políticas efectivas de educación vial. Ya basta de que las policías dejen de infraccionar a los conductores que infringen a cada rato el reglamento. Se trata de que todos vivamos mejor, no de sacar dinero para la caja chica. El futuro de nuestras ciudades y la seguridad de nuestras familias depende de ello.